Antes de empezar tengo que confesar una cosa, soy un fan-boy de PES, siempre lo he sido y siempre lo seré. Esto no me ha impedido ver como FIFA ha superado constantemente al título de Konami, pero este año puede que sea diferente.
Después de jugar varios partidos con la versión final he de decir una cosa, nos encontramos con el mejor PES de la actual generación y no con poca diferencia precisamente.
Hablemos primero sobre las novedades; el sistema “Off the ball” nos permite controlar a un jugador que no tenga la pelota para arrastrar la defensa o realizar desmarques. Si seleccionamos el modo automático el jugador se limitará a correr hacia delante intentando romper la defensa, sin embargo con la suficiente habilidad en modo manual podremos dirigir nuestro jugador donde nos apetezca; es una gran idea aunque no esta optimizada del todo y muchas veces provoca que tengamos perdidas de balón innecesarias. En donde si que le podremos sacar mucho partido es en las jugadas a balón parado, pudiendo dirigir al jugador al que queramos que llegue la pelota.
Otra nueva característica es el sistema “Teammate” que hace que la IA gestione el movimiento de nuestros compañeros para abrir huecos o buscar desmarques. Aquí notamos mucha diferencia respecto a ediciones anteriores, los jugadores se mueven con mucho criterio y si adecuamos la táctica en el menú a nuestro gusto reforzaremos todas estas mejoras.
Siguiendo con el tema de la IA, nos encontramos con que esta ha mejorado también defensivamente, aunque a veces nuestros compañeros nos seguirán dejando vendidos y creando ocasiones de gol. Los porteros continúan en la línea de PES, les hace falta una buena mejora pues quitando los de más renombre el resto sigue atajando muy pocos balones y generando rechaces demasiado favorables al equipo rival.
Otro aspecto que ha cambiado en el control defensivo es la manera de arrebatar la pelota al jugador. Ahora no bastará con mantener pulsado el botón de entrada leve para poder realizar el robo, sino que tendremos que pulsar el botón en el momento necesario para quitar el esférico. Aunque al principio nos costará hacernos con esta nueva idea, le añade un plus de dificultad para que el típico machaca botones no le quite con tanta facilidad la pelota a un contrario avezado, por aparte de que favorece nuestras jugadas de ataque. Una de las maneras más efectivas será aguantar al contrario, cosa que se ha facilitado en esta versión, y pedir la ayuda de un compañero.
Respecto al control y la velocidad del partido se ha producido una gran mejora, el juego es más fluido y nos invita constantemente a que realicemos jugadas de tiki-taka bailando un vals con el balón por todo el campo. Como siempre la física de este es la mayor cualidad de PES, aventajando a FIFA una vez más en este aspecto.
La mayor lacra, y ya van unos cuantos años seguidos, es la insistencia de Konami en no cambiar el motor gráfico del juego y aunque este año está realmente bien optimizado todas las carencias de brusquedad en algunas acciones vienen dadas a raíz de este problema. Si PES quiere volver a recuperar el trono necesita cambiarlo inmediatamente.
En resumen; nos encontramos con un PES que por fin es una seria alternativa a la saga FIFA. El sistema Teammate nos dará muchas opciones en el juego y el “Off the ball” si se optimiza en próximas entregas puede dar mucho jugo. Esto unido a la sustancial mejora en la fluidez de las animaciones y la física del balón hace que podamos disfrutar de un gran juego de fútbol para este año. En la parte negativa están los defectos de siempre: los porteros, cierta fragilidad defensiva de la IA en algunas ocasiones, brusquedad en algunas acciones y el anticuado motor gráfico.
Yo personalmente este año escogeré PES ¿Tú de quién eres?