Sí, jódete. Porque como jefazo de Xbox tuviste la oportunidad de conservar el pasado modelo del E3 y no lo hiciste. Es más, como todas las grandes tú, Peter Moore, hiciste fuerza para que desapareciera, pues se había convertido en una carrera armamentística en la que ningún corredor conseguía distanciarse de los demás, por mucho dinero que invirtiese en stands, babes y presentaciones multimedia. Si ahora el E3 te parece que no tiene el impacto de hace años o está montado como antes, no te gusta y quiere echarle la culpa a alguien, mírate al espejo. O quizá no tengas claro que los principales beneficiados de la anterior fórmula E3 eran los usuarios y no las compañías, y claro, eso ya no te mola tanto.