No sé si será porque estoy releyendo La Peste de Camus, pero ver el aspecto que toma una habitación que está siendo reconocida por Kinect da algo más que pánico. Si eres un pelín aprensivo y no te gusta ver manchas por doquier te recomiendo que no apagas las luces y uses una cámara con nightshot o infrarrojos para ver cómo está todo a tu alrededor. Y si no me crees, imagina todos esos puntitos recorriendo tu cuerpo, puf, prefiero que me viole Ana Simón…