Si hace unos días comentaba por aquí mi parecer sobre los VIPs de la Industria y sus incursiones en iniciativas de micro mecenazgo, hoy hay un nuevo ejemplo más de una de las desviaciones más típicas de Kickstarter.
La enésima superestrella que acude a la plataforma de financiación aparentemente para sentir el aliento de las masas y firmar unos cuantos pechos es Koji Igarashi, el productor del mítico – dicen los fans de Castlevania – Symphony of the Night, que acaba de presentar su reluciente PROYECTO – está aparentemente en bragas – Bloodstained: Ritual of the Knight.
Tras ser apartado de la franquicia para dejar paso a Dave Cox y la desigual época Mercury Steam, Iga ha decidido seguir el ejemplo de Keiji Inafune y lanzarse a los brazos del Pueblo.
Con sus credenciales, lógicamente, a los fanboys les ha faltado tiempo de enseñar su pasta, por muy lejano que parezca el 2017 para el que el bueno de Koji tiene previsto tener acabado su juego post Konami, y Bloodstained no ha tardado en superar su, en mi opinión, humilde objetivo de 500.000 dólares, lo que, leyendo entre líneas, podría ser solo 10% de los 5 millones que, a bote pronto, le puede costar a Iga hacer su nuevo Igavania en 2D.
A day in the life of game designer Koji Igarashi: http://t.co/CNeKyk58JX pic.twitter.com/X6c4LFEODR
— Kickstarter (@Kickstarter) May 11, 2015
Y es que Koji no se esconde y ha declarado que, por muchos aspavientos en el vídeo de presentación del KS, el juego ya estaba financiado al 90% por compañías tradicionales incluso antes de comenzar la campaña de micro mecenazgo.
Debo reconocer que hasta yo, que me he declarado contrario a estas campañas de chupacámaras, me he sentido tentado de apoyar el KS para conseguir recompensas físicas que, quizás y solo quizás, sean exclusivas de la iniciativa. Pero para mi adelantar tanto dinero durante los 2 años que quedan para su lanzamiento me parece un despropósito.
El juego tiene una pinta tremenda, pero en KickStarter no confío. Especialmente después del fiasco que están haciendo con Yooka-Laylee.
Este juego respira Japón por todos los costados. A seguirlo pues.