Konami ha perdido el norte. El norte, el sur, el este y el resto de puntos cardinales si los hubiera o hubiese. Cuando se trata de recrear un conflicto bélico como la Segunda Guerra Mundial donde había un auténtico Eje del Mal y en el que el paso de los años y el análisis histórico ha puesto a cada uno en su sitio, no hay demasiado problema.
Pero cuando llevamos la guerra a un conflicto cercano política y cronológicamente, a un conflicto no cerrado y en el que uno de los dos bandos directamente no cuenta con un ejército, la cosa ha de recrearse con un tacto de proctólogo. Personalmente no creo que sea el momento de recrear un título como «Seis días en Fallujah«. El videojuego intenta recrear de forma «realista» los seis días que tardó el ejército estadounidense en llegar al centro de Bagdad allá por el año 2004. Según el Vicepresidente de marketing de Konami:
«No estamos intentantdo hacer crítica social. No estamos a favor de la guerra. No estamos intentando que la gente se sienta incómoda. Sólo queremos ofrecer una experiencia de entretenimiento convincente. Sólo es un juego».
No hace ni falta que os cuente el final: cae una estatua de Sadam Hussein, el público iraquí aplaude a sus liberadores hasta que calzan una bandera estadounidense y reclaman la propiedad del petróleo. Luego sale un presidente con un pavo de plástico y un ministro de otro país grita ¡Viva Honduras! Real como la vida misma. Para todos los guionistas españoles del sector que quieran recrear el conflicto de Iraq me ofrezco como voluntario para narrar las vicisitudes de los destacamentos españoles en Diwaniyah, de los polvorínes que tenían dos puertas, una para comprar las armas a los ciudadanos iraquíes que se quedaron sin negocios y otra para revendersela a las milicias, las noches acuartaledos porque no había medios más que para la auto-protección, del espectáculo que montaron para los periodistas españoles que fueron con Trillo de visita… Hay para dos libros.
Por cierto, os habéis dado cuenta como los malos, poco a poco, Tom Clancy mediante, están siendo los chinos justo ahora que están saliendo del neo-comunismo. Aprovecho además para informaros de que vamos a tener un soldado de campo/corresponsal por esas tierras limítrofes con Corea del Norte, no os digo más… Aprovecho también este post para agradecer a los que no nos han invitado a lo que sea que se está presentando en Barcelona y que ha propiciado un fortuito no-encuentro entre Kristian camino de la Sala Sidecar a rocanrolear y su antiguo jefe del sector. Os tenemos en nuestras oraciones.