El presskit de L.A. Noire tiene tanta clase como Paul Newman jugando al billar. Y eso que no alardea, son sólo 3 piezas: el juego, un disco de 6 canciones de la banda sonora y una lata de tomate que contiene una camiseta del juego. Qué bueno que es L.A. Noire… tanto, que se ha quedado a las puertas de haber hecho algo realmente grande. Ojalá que en su secuela, que seguro que la habrá, se atreva a mancharse con el barro de los sandbox.