Debo decir que el anuncio de The Division 2 me sorprendió, porque la manera que Ubisoft ha venido tratando a la mayoría de sus sagas va por los lados de entregar nuevo contenido y reforzar la experiencia de juego, hablando de los títulos de corte multijugador, valga la aclaración.
Primero es necesario viajar solo
A unos meses de su lanzamiento tuve la posibilidad de jugar su beta privada y estas son mis impresiones de una Washington destruida por la enfermedad. Lo primero que hice al momento de iniciar la beta de The Division 2 fue buscar con quien jugar, pero los primeros minutos de esta prueba nos obligaban a conocer este nuevo terreno en solitario. Una ciudad de Washington nos recibe en decadencia y los primeros minutos son claves para entender el contexto y las mecánicas de juego.
Debo decir que estas no son muy diferentes a la mayoría de juegos de acción en tercera persona, por lo que acostumbrarse a los movimientos es sencillo y hacerse camino hasta la casa blanca es muy fácil. Eso sí, gráficamente luce muy bien y a pesar de ser una beta los detalles destacan, tanto en el escenario, como en el personaje y los objetos que tenía puestos.
Conociendo nuevos agentes
Una vez terminada esa primera parte comienza lo importante en The Division 2, el conocer la agencia y nuestras habilidades dentro de ellas. Es así como podemos escoger entre un dron, una mina perseguidora y torreta como herramientas de apoyo y vaya que lo son, porque las calles de las ciudad se encuentran repletas de enemigos y deambular por ellas en solitario representan un peligro.
Allí reside una de las fortalezas del juego, la ambientación. Se nota que la ciudad es un verdadero caos y las diferentes facciones, en este caso las hienas, son enemigos de respeto y pueden causar variedad de problemas, sobretodo porque su inteligencia artificial se encuentra programada para preparar estrategias y atacar en el momento indicado, claro que por momentos falla de manera estrepitosa, dejando a los enemigos vendidos recibiendo daño.
Mejor en equipo
En el modo libre, a menos que estemos en grupo, no vamos a ver a otro agente en las calles, a excepción de los NPC, sin embargo, los demás jugadores pueden realizar llamadas de auxilio y cuando las respondemos somos trasladados a su partida para colaborar con sus misiones o problemas que estén presentando.
Allí es cuando The Division 2 más se luce, porque se nota que es un juego para ser disfrutado de esa manera. El hecho de tener matchmaking facilita mucho las cosas y si en algún momento alguien pierde la conexión o decide salir, de inmediato comienza la búsqueda de un nuevo compañero. Pude experimentar el juego en solitario y en compañía y definitivamente la segunda es la mejor opción posible.
Jugabilidad expandida
Admito que nunca tuve la posibilidad de jugar el primer título de la serie, pero conozco parte de sus mecánicas y debo decir que en esta segunda entrega, mucho de lo que hemos visto, se multiplica. Tenemos más asentamientos que mejorar, tres zonas oscuras, las cuales lastimosamente no tuve tiempo de visitar, opciones de PvP, especializaciones al momento de terminar la campaña y alcanzar el nivel máximo.
The Division 2 trae muchas cosas del primero y en mayor cantidad, pero sobretodo, muchas opciones para mantenernos enganchados durante la campaña principal y después. Ya sea recolectando recursos, reclutando personas, apoyando a otros agentes o simplemente recorriendo el lugar, las posibilidad son muchísimas y eso motiva bastante.
El mapa luce un poco pequeño, pero creo que es la impresión que da a simple vista, porque al irlo recorriendo comienza a dar la sensación de ser bastante grande y eso que hablo solamente de la pequeña sección que fue habilitada para la beta.
Un pequeño vistazo al endgame
Dentro de la beta se habilitó la posibilidad de conocer las tres especializaciones disponibles una vez alcancemos el máximo nivel. Algo bastante interesante, ya que me permitió conocer de primera mano estas habilidades, además de repetir algunas misiones en las dificultades más altas y debo decir que no hay lugar para los solitarios allí.
El reto después de la historia principal se vuelve mucho más difícil. Los enemigos también presentan mayor dificultad y habilidades que complican muchísimo más las cosas, más si decidimos ir de Rambo y acabar con ellos nosotros solos.
De esas compras casi seguras
The Division 2 tiene tanto contenido y es tan entretenido, que se vuelve de esos juegos que dan ganas de comprar desde su lanzamiento. Ubisoft tiene muy claro hacia dónde quiere llevar esta franquicia y las posibilidades son tantas, que me podría llevar muchos párrafos contándoles.
Si tienen un amigo que también lo vaya a comprar, por lo menos en la misma plataforma, ya que lastimosamente el juego aún no tiene cross-play, háganse ese regalo y comprenlo ustedes también, porque en compañía es muchísimo mejor. De los pocos peros que le veo es su lanzamiento tan cercano a Anthem, ya que muchos, me incluyo, estamos viendo pros y contras entre el título del estudio francés o el Bioware.