Sonic & Sega All-Stars Racing es un divertidísimo juego de carreras al estilo karts pero con una jugabilidad muy arcade tipo Outrun que, pese a su parentesco con el juego de Nintendo, logró un considerable éxito gracias a la estupenda labor que realizaron los ingleses Sumo digital, dotando al título con una gran personalidad y plasmando en su obra un gran cariño hacia las franquicias más populares de Sega.
Dos años después nos llega su segunda parte, Sonic & All-Stars Racing Transformed con nuevos personajes, objetos, escenarios y vehículos transformables. Aunque la mecánica de juego es parecida a la de Mario Kart 7, lo cierto es que el planteamiento de este Sonic Racing es muy diferente, pues la idea de los vehículos voladores y acuáticos se explota mucho mejor.
Sonic vuelve a ser el protagonista de esta alocada carrera, solo que esta vez se han perdido por el camino algunos personajes de la anterior entrega y se han incorporado al elenco de corredores otros nuevos como Vyse de Skies of Arcadia, Joe Musashi de Shinobi, Rompe Ralph de Disney o Danica Patrick, una piloto estadounidense de la Nascar que ha querido participar en esta emocionante aventura al declarar abiertamente ser fan de la franquicia. Como es habitual en este tipo de juegos, al principio la mayoría de personajes no se encuentran disponibles y tendremos que ir desbloqueándolos a medida que jugamos. Cada uno cuenta con sus características y habilidades propias, vehículo transformable y ataque especial, aquí denominado All-Stars.
Jugar a Sonic Racing es muy sencillo, sobre todo si ya estás familiarizado al género de karts o disfrutaste de su anterior entrega. Con el gatillo derecho aceleramos, con el izquierdo derrapamos, el stick derecho nos permite hacer acrobacias en el aire y con el botón X lanzamos los objetos. Si ejecutamos correctamente una o varias acrobacias en el aire conseguiremos un valioso turbo que nos dará un buen impulso. Por el contrario, si fallamos al realizarlas o nos chocamos con algún obstáculo mientras caemos, no sólo perderemos el impulso sino también un poco de velocidad, por tanto es aconsejable no ejecutar dichos trucos si no estamos completamente seguros de que lo vamos a poder realizar correctamente. El control, sin llegar a ser perfecto, es excelente y conducir tu vehículo por los preciosos escenarios es un placer, aunque sí mencionar que nuestro vehículo convertido en avión es más difícil de manejar que el resto de transformaciones.
Si algo diferencia a un buen título de karts esos son los objetos que utilizamos para fastidiar a nuestros rivales. En este Sonic Racing todas las armas son nuevas pero funcionan igual que las que usamos habitualmente en este tipo de juegos. Aquí tenemos un pez globo que se usa a modo de mina, un guante que bloquea los ataques enemigos como si fuera un escudo, cohetes artificiales que son parecidos a los clásicos misiles o bolas de hielo que nos sirven para congelar a otros corredores, entre otros. En Mario Kart existe un desequilibrio importante entre sus objetos, como la estrella que nos hace invencibles o el famoso caparazón azul, ítems que nos pueden fastidiar una carrera entera y acabar de los últimos puestos por muy bien que conduzcamos. Esto no ocurre en Sonic Racing, donde los objetos están mas equilibrados y no castigan tan severamente al jugador como sí lo hace Nintendo.
A lo largo de la carrera, dependiendo del lugar en el que se desarrolle la acción, nuestro vehículo se transforma en coche, lancha o avión. No solo se transforma nuestro medio de transporte, sino que ocurre lo mismo con los escenarios, lo que le da mucha variedad y espectacularidad a las carreras. Cada vuelta es muy distinta a la anterior y si por ejemplo en la primera había un puente por el que cruzar, en la segunda ese mismo paso se ha roto y tendremos que superar el mapa por los aires o por el agua. Esta mecánica de juego me ha recordado mucho al fabuloso Split Second, sólo que en éste los escenarios se destruyen en directo de manera real y no como en Sonic Racing donde los cambios se efectúan una vez terminamos una vuelta.
Junto con las transformaciones, los circuitos son uno de los puntos fuertes del producto y en donde se realizan multitud de homenajes al universo Sega, repletos de guiños y cameos que sólo apreciarán los seguidores de sus franquicias. Conducir por ellos es un placer para la vista y nos encontramos con mucha variedad, no como sucedió en la primera entrega. Hay escenarios basados en Sonic, en Jet Set Radio, uno espectacular dedicado a After Burner, el precioso castillo de Panzer Dragoon o la divertidísima Mansión Curien repleta de zombis. Cada fase tiene sus propios atajos y descubrirlos todos no es tarea sencilla, pues están bien escondidos y requieren gran pericia al volante.
Sonic Racing Transformed es un juego que puede presumir de una gran cantidad de modos de juego. El modo principal para un jugador es el llamado Tour Mundial, donde debemos ir avanzando por un mapeado mientras superamos todo tipo de competiciones, ya sean carreras, pruebas de velocidad o aniquilar al resto de corredores. En cada fase podemos ganar hasta tres estrellas, dependiendo de la dificultad en la que juguemos y ya os adelanto que conseguir la tercera en el nivel difícil supone todo un desafío que requiere mucha paciencia y dedicación. Aparte del Tour Mundial también se encuentran disponibles las clásicas copas, con 4 circuitos cada una y el modo de juego para varios jugadores a pantalla partida u online.
Respecto a su apartado gráfico, el nuevo título de Sega es precioso, colorido y muy espectacular, aunque hay ciertos elementos que requieren un mayor trabajo como son algunas texturas. Prácticamente casi todo va como la seda, sin tirones y fluido, sin embargo puede sufrir una leve bajada de frames si se sucede mucha acción en la pantalla, pero es un aspecto que no tiene importancia. Los efectos del agua están muy conseguidos y las zonas de vuelo son asombrosas. La música del juego es sencillamente sublime, tanto que me ha recordado mucho al excelente trabajo que realizó Sega con Sonic Generations. Los temas han sido escogidos con sumo gusto y encantará sobre todo a quienes disfrutaron de la época de los 16 bits, con melodías clásicas remasterizadas y otras muchas nuevas que son increíblemente pegadizas. Cuenta con voz en castellano, la del narrador de la carrera, que sin ser sus comentarios tan divertidos como en los de la primera entrega, son simpáticos y amenos, algo que se agradece.
Sonic Racing Transformed es divertido hasta decir basta. Una vez empieces a jugar no querrás parar y si ya te parecen entretenidos sus modos de juego para un solo usuario, es en el multijugador donde la diversión se dispara, con risas y piques con los que pasarlo en grande tanto en compañía de tus amigos u online. Hay tanto que hacer y tanto por descubrir que conseguir todas las estrellas y trofeos os llevará muchísimas horas.
Si te gustan los juegos de karts no te lo pienses y hazte con él por tan sólo 39,95 €. Es tan largo, divertido, espectacular y entretenido que a ese precio no tienes excusa para no adquirirlo. El trabajo y esfuerzo invertidos ha dado como resultado un producto que ningún fan de los títulos de karts o del universo Sega debería perderse. Me ha gustado tanto el resultado que desde aquí deseo a su distribuidora Koch Media que las aventuras sobre el asfalto de Sonic se conviertan en todo un éxito y también en uno de los juegos de estas navidades. [87]