Hoy despido a la GamesCom con un sabor agridulce. Por un lado me lo he pasado genial, he jugado casi más en este evento que en mis dos visitas al E3 y a la GamesCon de Leipzig del año pasado. Además, lo hemos asaltado en banda , con un montón de bloggers de Barcelona en expedición. Pero, aunque he visto y jugado a cosas muy chulas, he echado en falta una sorpresa realmente grande. Porque lo de Fable III está bien, pero no se puede decir que sea realmente una sorpresa, sino más bien una grata confirmación.
Además, me he quedado sin ver a Natal en movimiento y Assassin’s Creed 2. He podido descubrir el modo Special Ops de CoD: Modern Warfare 2 pero no he podido jugar con él, que era uno de mis grandes objetivos para esta feria. Aunque a quién quiero engañar, lo que más me ha jodido es no poder plantarme en la feria de Sony…
En fin, por lo menos he podido jugar todo lo que he querido a FIFA 10, PES 2010 y a maravillas como Need For Speed: Shift o Brütal Legend. A ver si el año que viene todo vuelve a cuadrar y me puedo plantar con unos cuantos bloggers en Colonia otra vez. O donde sea que celebren la feria de videojuegos en Europa si le devuelven la moneda a la GamesCom.