Un detective privado, a punto de ser comido por las deudas, bebe whisky mientras fuma mirando por la ventana un paisaje en blanco y negro. Una llamada de teléfono le sacude su ensimismamiento, mi hija ha desaparecido, le dice una voz al otro lado, tiene que ayudarme a recuperarla, le recompensaré, promete la voz.
28 megas es una serie de textos dedicados a videojuegos indies gratuitos seleccionados por el autor en base a sus propias preferencias. El título viene del escaso tamaño que suelen ocupar estas obras.
El detective, medio borracho y nublada su cabeza por el humo del tabaco asiente. ¿Dónde fue la última vez que la vieron? Pregunta, en el Pink Flamingos, responde. Haré lo que pueda, cuelga el teléfono, coge su pistola, busca la ubicación del bar, es un mal vecindario, y sale por la puerta. ¿Cuántas veces hemos leído, escuchado, visto o jugado a esta historia? En nuestro caso, cientos, debido a nuestra pequeña obsesión por el género negro, y sin embargo, Last Case consigue que esta vez sea diferente.
Last Case es una aventura gráfica con interfaz point & click que bebe de los grandes del género negro, Greene, Chandler, Hammet, etc., y especialmente de la película El Halcón Maltés, cima del género negro cinematográfico. De estos recoge todos los tópicos, pero logra que parezcan nuevos. La aventura fue desarrollada para la AdventureJam de este año y por tanto, desarrollada en dos semanas, es totalmente gratuita y puede descargarse desde esta página web.
Last Case destaca por su apartado gráfico y por toda su estética en general. Consigue reunir elementos tan tradicionales como el género negro y las aventuras gráficas, tan canónicos, y darle una vuelta de tuerca para que a primera vista sepamos exactamente que juego es, si lo conocemos, claro. En definitiva, los chicos de Affinity Games (Twitter) han conseguido construir una identidad propia, algo realmente complicado en la actualidad, donde todos son remakes, continuaciones de sagas u homenajes a clásicos. Se han apartado de todo lo conocido para presentar una obra estéticamente novedosa.
Su estética se basa en dos puntos principales, el primero de ellos el apartado gráfico en general, construido a base de lo que podríamos denominar pequeños ladrillos. Todos los escenarios parecen sacados de un juego de LEGO donde todas las piezas se mueven entre el negro y el blanco. Y el segundo apartado, donde destaca especialmente, es en la ubicación de las conversaciones, desplegadas a los lados de los escenarios y ofreciendo una imagen verdaderamente atractiva y nunca, al menor por un servidor, antes vista.
Otro de sus puntales es el audio. Para ser una obra enfocada a una game jam el tratamiento del sonido es excelente, desde la gran banda sonora, que cumple a la perfección su cometido introduciendo al jugador en esos ambientes sórdidos y oscuros hasta la narración. Todo el juego está narrado por una voz en off que nos describirá tanto los ambientes como las conversaciones entre los personajes. Sin duda alguna, un verdadero acierto apostar por el sonido en un juego de estas características.
The Last Case es un juego que promete, que debería ser continuado y que merece una inversión para poder ser construido como se merece, desplegando una trama más extensa en el tiempo, aunque manteniendo sus señas de identidad, muy marcadas y efectivas, y especialmente merece ser continuado por el giro de guión que se produce en los últimos compases del título.