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Análisis de Left4Dead 2 para Xbox 360

Left4Dead 2

Hay ocasiones que llega un juego que no destaca ni por su innovación, ni por su calidad gráfica, ni por su argumento, ni por su duración… y sin embargo deja una impresión de ser totalmente distinto a lo que has jugado. Que en principio parece una mezcla de todos los tópicos sobados y resobados del cine y de los videojuegos pero que a la hora de la verdad, cuando coges el mando y saltas a jugar, te quedas con la sensación de que estás ante algo único e indiscutiblemente sobresaliente. Esto es lo que ocurre con Left 4 Dead.

¿Cómo es posible entonces que un título que no destaque por nada en particular sea capaz de sobresalir sobre los demás? En el caso del juego de Valve el resultado viene por el binomio intensidad y fuerte componente multijugador. Con únicamente esas dos características es capaz de ofrecer más que la mayoría de títulos del mercado.

Left 4 Dead es una obra eminentemente multijugador. Puedes intentarlo tú solito, pero la compañía de los bots, por su necedad a la hora de ayudarte, es poco recomendable. Sin embargo cuando te conectas al Live, creas una Xbox Live Party y te pones a jugar con tres amigos estás delante de uno de los títulos más atractivos del mercado. Hay muy pocos videojuegos que puedan divertir tantísimo con “tan poco”. Como experiencia multijugador es necesario cooperar, trabajar como un auténtico equipo para poder progresar. Porque el juego es exigente. Y porque sin duda no te resistirás a pasártelo de nuevo en un nivel de dificultad más elevado.

El otro término que definíamos como primordial en la experiencia L4D es sin duda la intensidad. El juego de Valve rebosa intensidad. No podemos decir que no deja ni un segundo de respiro porque no es cierto, te los deja. Cada uno de los cuatro niveles se subdivide en zonas en las que se hace un pequeño parón. Pero esta pausa en la acción sólo sirve para rearmarse y recuperar vitalidad porque lo que te espera delante va a ser sin duda alguna aún más intenso, más complicado, más exigente. La mecánica del juego es muy básica: sobrevivir a las hordas de infectados que te atacan como los zombis de 28 días después. Rápidos, agresivos, alocados. Y comandados por cinco infectados de categoría AAA que te exigirán dar lo máximo, tanto a ti como a tus compañeros (afortunados seáis en el matchmaking). La experiencia online es tremendamente fluida, sin lag, sin parones, se encuentra partida en segundos y siempre hay gente de tu nivel con la que vas a poder competir. En este aspecto, un 10 para Valve.

Desafortunadamente Left 4 Dead cuenta con sólo cuatro escenarios en el modo campaña, aunque como hemos comentado antes, la rejugabilidad no sólo es elevadísima, sino casi una obligación. Y aparte de la campaña, tenemos la posibilidad de disfrutar de la modalidad versus llamada Enfrentamiento, en la que tomamos el papel de uno de los zombis más duros del juego (el fornido Tank, el vomitón Boomer, el Smoker con su lengua atrapamoscas o el pegajoso hunter) que intentarán a toda costa evitar que otro equipo de cuatro jugadores que controlan a los protagonistas de la aventura lleven su odisea a buen término. Con un alto contenido estratégico y con la exigencia, nuevamente, de una férrea cooperación entre los jugadores, el modo Enfrentamiento ofrece algunos momentos dantescos. Además en las próximas semanas se espera la aparición de DLC que incluirá el nuevo modo survival (similar al horda de Gears of War 2) y dos nuevas campañas inéditas para el modo Enfrentamiento y por la patilla.

En PC la experiencia de juego es más completa: algunos escenarios exclusivos y, por supuesto, la posibilidad de disfrutar del elevado número de mods que la comunidad de fans está desarrollando gracias a las herramientas que Valve no duda en ofrecer a los jugadores. Si no tienes la posibilidad de tener una máquina que lo haga correr con soltura y dispones de una cuenta Gold en el Live, no lo dudes ni un segundo. Pocos juegos son capaces de ofrecer tanta diversión; si no tienes una cuenta gold y pretendes jugar a L4D en solitario, avisado estás de que pierdes un 70% de la experiencia de juego. Left 4 Dead se juega mejor con amigos.

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