Lil Gator Game, el maravilloso hijo de Zelda con A Short Hike

Sigo en mi racha de darle a juegos del género Wholesome. Si hace unos días comentaba por aquí los entrañables Minami Lane y Chibig, ahora es el turno de un gran juego que he podido jugar gracias a Gamepass: Lil Gator Game, de Mega Wobble y publicado por Playtonic Friends.

Realmente, lo he encontrado de casualidad, porque no tenía ninguna referencia, y me ha enamorado. Eso, junto al hecho de poder contar con los First Parties el día 1, es la magia de Gamepass.

A Lil Gator Game lo definiría como la mezcla imposible de Zelda con A Short Hike. Esto, que puede sonar muy disparatado, creo que es una definición muy cercana a la realidad. Del juego indie de Adam Robinson-Yu hace suyo el concepto de un espacio seguro de juego, con desafíos muy relativos y poblado solo por personajes amigues. No hay espacio para malos, barras de vida o similares.

De la franquicia de Nintendo, por su parte, Lil Gator Game tiene pocos reparos en usarla para casi todo. Desde formular un imaginario en el que el protagonista y su hermana son mega fans de la saga y crean todos sus juegos IRL inspirados en Zelda, pasando por mecánicas clave en el juego, como son escalar (incluyendo los círculos de resistencia) y el planear.

Recorrer las islas de Lil Gator Game mientras jugamos con nuestres amigues, desbloqueamos nuevas prendas para disfrazarnos u objetos con los que interactuar con el mundo, sin más preocupaciones que el intentar superar los retos que se nos van planteando. Eso de tener miedo al doblar cada esquina les de MegaWobble se lo dejan a FromSoftware.

Lil Gator Game me ha durado menos de 5 horas, aunque para desbloquear todos los logros te puede tener pegado bastante más. [75]

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