Icono del sitio Akihabara Blues

Little King’s Story es un indispensable del catálogo de Wii

¿Quién dice que no hay buenos juegos para Wii? Vale, no son la tónica general, pero ahí están los House of the Dead: Overkill, No More Heroes, Zack y Wicky, Pro Evolution Soccer y un largo pequeño etcétera de títulos dotados con la suficiente calidad como para rivalizar con los grandes cabezas de cartel de PlayStation 3 y Xbox 360. A ese selecto grupo se unió hace unos meses Little King’s Story, una gozada que combina la estrategia, la aventura y la acción, aderezada con un gran sentido del humor que, por desgracia, se ha visto pervertido con una traducción y alguna que otra voz (como la del imitador de Galileo Galilei, cutre a más no poder) que, considero, le hacen un flaco favor al juego.

Little King’s Story es la historia de la coronación de un nuevo Rey y lo que se espera de él. Un Rey niño que debe conseguir que su reducido reino – 12 súbditos, 3 vacas y 3 ministros en el principio de todo – crezca tanto como sea posible, aunque ello signifique expandirse a territorios cercanos y ocupados por monstruos más o menos feroces. Para ello, y siempre controlando al pequeño Rey, deberemos utilizar a nuestros súbditos y hacer que interaccionen con el escenario y los habitantes que moran en él.

Previamente deberemos haber construido las facilidades necesarias para entrenar a los pueblerinos. Por ejemplo, creando una granja podremos entrenar a campesinos que podrán cortar árboles que nos impidan avanzar, o buscar en agujeros tesoros escondidos. Si en cambio queremos soldados, deberemos construir el cuártel. Como podéis ver, una mecánica muy similar a la de los RTS estilo Age of Empires o Command and Conquer, pero que conste que aquí sólo controlaremos al Rey directamente, el cuál irá utilizando a sus súbditos para tareas concretas. Quizá la referencia en ese sentido sería Pikmin.

Las complicaciones llegarán cuando tengáis que, por poner un ejemplo, recopilar una gran cantidad de monedas para construir el siguiente edificio que os proporcionará las habilidades necesarias como para que vuestros súbditos puedan realizar la tarea exacta que os permitirá seguir explorando el mapa del mundo. Os puedo decir que yo he jugado unas 5 horas en total y la curva de dificultad es muy progresiva, consiguiendo en todo momento un equilibrio entre la satisfacción por lo conseguido y la sensación de reto de los siguientes objetivos.

Obviando la localización, hay que decir que Little King’s Story podría haber salido para cualquier consola, de sobremesa o portátil. Y es que no usa el control de movimiento del wiimote o del nunchuk de ninguna forma, y eso que, para según qué tareas (selección y uso de unidades, por ejemplo), como apunta Wern, vendría de fábula y evitaría algunos embrollos. Eso sí, el estilo gráfico le va que ni pintado a Wii, con unos dibujos muy cartoon, desenfadados.

Little King’s Story es un juego que se hace querer. Quizá la primera toma de contacto no sea demasiado agradecida – por lenta, pero si le dais una hora, a poco que os guste un estilo de juego que bebe de fuentes tan diversas como Age of Empires y Pikmin, seguro que os engancharéis cosa mala. Yo me he pasado casi 5 horas del tirón jugándolo hoy. Y eso que es entre semana… Para mi, un indispensable del catálogo de Wii. Lástima de la cuestionable localización.

Salir de la versión móvil