En Games Industry han publicado una entrevista con Andrew House, Presidente de Sony Europa, en la que habla de diversos asuntos relacionados con sus máquinas de videojuegos y lo preparan, así a modo peloteo, para que se vaya fogueando en su nuevo cargo. Hay dos cosas de la entrevista que han llamado mi atención. La primera, que además de que el nuevo mando con detección de movimiento será «sorprendentemente preciso», es que llevan trabajando en él «desde los días del Eye Toy» que recordemos se puso a la venta en 2003. Tanto tiempo y así ha pasado, que Nintendo los ha adelantado por la derecha y sin poner los intermitentes.
El segundo detalle que ha llamado mi atención ha sido que le han preguntado el precio, y el nuevo CEO de SCEE ha dicho que es «muy pronto para decirlo», pero cuando le han cuestionado si sería posible que fuera en un pack junto a la consola, que se vendieran juntos, su respuesta ha sido: «Es posible, pero aún falta mucho para primavera». Así que, tenemos fecha: primavera. De 2010, supongo…
Nota: ante los apáticos correos y las nada sucintas quejas de los lectores que nos tachaban de partidistas, gurús gafapasta y ejemplificadores del odio infundado hacia Sony por denominar cimbelshock al dispositivo que en conjunción con la cámara PS Eye permitirá recrear, en un futuro no muy lejano, una experiencia de juego que, a imitación del wiimote, permita a los poco o nada avezados en los interfaces de control de videojuegos adentrarse en el maravilloso mundo del ocio electrónico, hemos decidido que su prematuro bautizo bajo el denominativo cimbelshock, por sus inherentes características táctiles y por su más que notable similitud con un miembro viril masculino, podría resultar peyorativo y ofender la virilidad de quienes por no estar dotados de tamaña herramienta sintieran que las comparaciones siempre son odiosas y más cuando se habla de penes, por lo que hemos creado una encuesta para gozo de nuestros insatisfechos lectores, y para los satisfechos también, ¡que demonios!, para que bauticen el nuevo dispositivo con el nombre que más les guste, para de esta forma evitar ser insultados, públicamente vilipendiados y/o tachados con calificativos que poco o nada tienen que ver con nuestras personas y, muchos menos, con nuestras familias. Si queréis contribuir al bautizo del nuevo mando, tenéis la encuesta aquí.