El último trabajo de Delirium Studios llega por fin a la eShop tras más de cuatro años de desarrollo y haber tenido hasta cuarenta personas trabajando en él. El barón Von Sottendorff ha llegado a nuestros hogares para invitarnos a entrar en su mansión.
Lo primero que hay que decir del título es que los chicos de Delirium Studios han sido capaces de crear un personaje carismático que podría ser la piedra angular de una potente franquicia. El rostro alargado, la nariz prominente, el monóculo y el sombrero de papel (más unos blancuzcos calzoncillos y una sola zapatilla) convierten al barón en un icono muy reconocible. El mimo que el estudio español ha puesto en su personaje se traslada también al resto del título. La mansión que recorreremos durante las algo más de diez horas que dura el juego se termina convirtiendo en un personaje más. Un lugar cargado de carisma y pequeños detalles que nos trasladan directamente a la cuadriculada mente de Sottendorff.
Y es que Delirium ha sabido trasladar la locura de su carismático personaje a las propias mecánicas del juego. Haciendo uso de la doble pantalla de la Nintendo 3DS jugaremos a dos juegos a la vez. Controlaremos al barón en la pantalla superior durante su periplo por los recónditos escondites de su desquiciada mente como si de un título plataformas se tratara. Tendremos que sobrepasar todo tipo de obstáculos y enemigos para tratar de alcanzar la salida de nuestra propia mente. A su vez, en la pantalla táctil de la consola de Nintendo, tendremos que mover y colocar las estancias del nivel para facilitar el camino de nuestro personaje. Así logran crear un potente híbrido genérico que nos obliga a detener nuestros movimientos para tratar de encajar las piezas del puzzle que nos propone la mansión. Podemos asegurar que, a pesar del sencillo aspecto que transmite dicha mecánica, nos pondrá contra las cuerdas en más de una ocasión y pasaremos nuestro tiempo rompiéndonos la cabeza.
Tendremos que hacer uso de todo nuestro ingenio para llevar al barón hasta la salida de su propia mente. Recorreremos los ocho mundos (un total de 40 niveles) buscando cada llave que nos permite salir de sus niveles y cada pieza del puzzle en que se han convertido los recuerdos de Von Sottendorff. En alguna ocasión el tiempo se volverá en nuestra contra y tendremos que completar ciertos niveles a contrarreloj y sin poder modificar la disposición de las salas de la mansión. Para ayudarnos en nuestro camino el barón cuenta con su trompeta que nos permitirá acabar con algunos enemigos (y si no siempre podemos saltarles encima, que siempre funciona) y que hará aparecer ciertas plataformas invisibles a simple vista.
Si el barón es, como hemos dicho arriba, un personaje muy potente, debe ir acompañado de una historia que no le falle. A medida que nos adentramos en la mente de Von Sottendorff vamos descubriendo pequeñas píldoras de su pasado y del motivo por el que se encuentra en ese estado. Una carismática voz en off nos acompañará durante nuestro viaje, una voz que tratará de evitar que salgamos de nuestra zona de confort y nos enfrentemos a la realidad. La trama ideada por Delirium nos acerca de manera sutil a problemas emocionales como la depresión, la pérdida o la infancia truncada. Con cada pieza de puzzle que recogemos nos acercamos a la verdad y nos llegamos a plantear si no sería mejor hacer caso a la voz y dejar nuestros delirios en paz.
La 3DS se comporta con dignidad y Delirium ha sabido exprimir al máximo la potencia de la portátil para su propio beneficio. Con unas doscientas habitaciones diferentes explorar al detalle la mansión del barón se convierte en toda una aventura. La definición gráfica de la consola es suplida con un útil sistema de cámaras (que nos permite rotar la angulación de la misma para planear nuestra estrategia) que les deja diseñar ciertos niveles en base a juegos de perspectiva al más puro estilo Monument Valley. Como hemos dicho anteriormente la mansión está diseñada con mimo y detalle (por poner un ejemplo, los objetos de las habitaciones se tambalean cada vez que desplazamos una sala en la pantalla inferior de la consola) a través de cierto estilo estético cercano al cartoon que funciona correctamente en la portátil de Nintendo. El uso de la cámara se convertirá en algo vital de manejar a la hora de explorar las habitaciones en busca de todos los secretos que se esconden en la mansión y algunos momentos de plataformeo se pueden convertir en un infierno si lo abordamos desde una perspectiva errónea o con una cámara mal elegida.
Si algo merece destacar por encima de todo lo demás, por encima de un buen personaje, un entorno cuidado y unas mecánicas fluidas es la música. La música, compuesta por Dani Tejerina, eclipsa por completo la experiencia de juego. Desde la melodía de inicio y pasando para cada uno de los temas compuestos para cada mundo la música, interpretada por la violinista Nerea Alberdi, nos acompaña, envuelve y emociona. El sistema de grabación de sonido holofónico hace que el uso de cascos para disfrutar al máximo del juego sea indispensable (en serio, si escucháis esta BSO sin usar cascos os fastidiais la experiencia de juego). La holofonía permite a Delirium trabajar con las distancias y movimientos tanto de las notas musicales como de la voz en off que se acercará y alejará para transmitir diferentes emociones y situaciones (de nuevo esto se pierde si jugamos sin cascos). No se me caen los anillos al afirmar que la banda sonora del título de Delirium Studios es una de las mejores que se han hecho nunca en un juego español.
El lanzamiento de “Los Delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada” es uno de los más fuertes que ha tenido la eShop de la portátil de Nintendo en todo el 2015 y supone un título que sabe aprovechar las características (y suplir las carencias) de la 3DS con brío. Monedero y sus chicos optan por la hibridación a la hora de crear un título que se mueve entre dos aguas, el puzzle y la plataforma, para convertirse en una pequeña joya. [80]