Si la comunidad lleva meses bramando por un juego para PlayStation Vita que sea lo suficientemente bueno para retomar sus olvidadas y «teleañarosas» consolas portátiles, aquí tienen lo que esperaban. Los sackboys han vuelto con el port de LittleBigPlanet para Vita en misión rescate. ¿Lo conseguirán?
En principio la premisa es igual de fácil que difícil. Tirar del carisma de una saga reinada por unos personajes tan adorables como los sackboys está bien, pero también es cierto que los títulos creados por Media Molecule, a pesar de contar con gran éxito de crítica y una enorme comunidad detrás creando todo tipo de niveles y minijuegos, se alejan bastante de ser una saga «vendeconsolas». Por tanto, quizás sea un poco cruel dejar sobre la espalda de un simple muñeco de trapo todo ese peso, pero así están lamentablemente las cosas a estas alturas.
En esta tesitura se presenta LittleBigPlanet para Vita. En el desarrollo, Media Molecule ha dejado al mando a Tarsier Studios y Double Eleven para la adaptación del título en la pequeña de Sony. Y sinceramente, no han podido realizar mejor trabajo con este título. LittleBigPlanet para Vita es un título a todas luces brillante, el cual mira a sus hermanos a la misma altura de los ojos sin ningún atisbo de inferioridad. ¿Y por qué se puede asegurar eso? Pues porque tiene las mismas virtudes -muchas- y los pocos defectos que los dos títulos de consola de sobremesa.
El juego comienza como si nunca hubieras jugado a ningún LBP anterior. La aventura de este LBP se centra en la historia del Maestro Titiritero, un tipo que en su día llevó la alegría al planeta Ferialia, pero que se ha vuestro siniestro y está robando la felicidad de los planetas en beneficio de sus marionetas. Esta pequeña premisa es la que nos llevará de la mano a una aventura de 40 niveles de plataformas a través de cinco mundos que tiene el título y que servirán realmente a modo de tutorial camuflado para aprender las técnicas de creación que posteriormente utilizaremos en la otra parte del juego. La implementación de los controles alternativos se ajustan de forma cómoda, sin molestar a la hora de jugar -como debiera ser en todos los títulos de esta consola. Moveremos elementos con nuestros dedos en los escenarios, giraremos la consola para mover cosas y usaremos el pad trasero para ajustar piezas en determinados momentos, mientras capturaremos con la cámara de la consola fotografías de los objetos a nuestro alrededor para usarlos como texturas. Todo de una manera fácil y equilibrada.
Pero esta aventura se hace corta. A pesar de la simpatía de la misma, de los personajes, del nivel de «adorabilidad» de nuestro personaje, de las situaciones divertidas, el estupendo doblaje o de una banda sonora genial que nos hará estar tatareando o silbando como idiotas en el tren mientras jugamos, no hay que negarlo. En un par de tardes te puedes acabar todas las fases sin problemas y la única manera de jugarlas de nuevo, es para conseguir todas las piezas y objetos ocultos que nos hayamos dejado por el camino. Pero como he dicho, estos niveles están para lo que están, para la verdadera finalidad del juego: aprender a usar las herramientas para picarnos en la creación de niveles y entrar en la barahúnda de la comunidad del juego. Si buscas un plataformas «como tal» en LittleBigPlanet te equivocas de cabo a rabo. Pero eso lo sabemos desde el primer título, ¿verdad?
La calidad gráfica del juego es excelente. No llega al nivel de un Wipeout 2048 o de Uncharted: El Abismo de Oro, pero tampoco se busca. Juega en una liga que no es ni superior ni inferior, simplemente diferente. Todos sabemos el tipo de gráficos que tenemos en LBP y eso es exactamente lo que tenemos en la versión para Vita. LBP ofrece un excelente diseño de niveles y personajes, con un aspecto visual divertido que nos haga sentirnos cómplices con lo que se nos muestra en pantalla. El nivel de detalle es alto y solo lo afea alguna textura. Esto ayuda a que el juego se mueve de manera fluida, con unas físicas sin reproche y que luce espectacular en la pantalla de la consola, prácticamente al nivel de lo que podemos ver en PlayStation 3.
¡A crear!
Y entonces es cuando entramos en la verdadera finalidad del juego. La que lo hace grande e interminable: la creación de niveles. Un viejo conocido al que siempre agradecemos volver a ver cuando terminamos esos 40 niveles iniciales, conectamos a la comunidad y tenemos… ¡miles!. A pesar de que tarda un poco más de la cuenta en la carga de niveles, todos los creados con los primeros títulos son compatibles con el juego en Vita y podremos utilizarlos sin problemas, excepto los creados en LBP2 con funcionalidades para PS Move. Eso si somos vagos claro, porque también podemos usar nuestra faceta creativa para realizar lo que nos de la gana y compartirlos con la comunidad o jugarlos mediante la opción crossplay entre LBP2 en PS3 (si tenemos el juego) y Vita. ¿Cuantas veces habéis visto niveles alucinantes de LBP en Youtube o en el propio juego que no os explicáis como han sido capaces de hacerlos?. ¿Por qué no vosotros?. Ahí está el verdadero germen del juego, el que lo diferencia del resto de plataformas para convertirlo en una estupenda y divertida herramienta de creación que acabará con tu tiempo libre. Todo esto es obvio y ya lo hemos visto, pero no por eso deja de ser divertido y efectivo.
Saltándonos las opciones de personalización de nuestro sackboy, todas las herramientas de creación de los juegos de sobremesa están ahí. Y al igual que no negamos que los 40 niveles se hacen cortos, podemos asegurar que crear niveles en Vita supera con creces en facilidad de uso a hacerlo en PS3 gracias a algunos manejos táctiles o el uso de la cámara para crear texturas o del micro para crear sonidos. Y lo más importante, contaremos con un importante añadido largamente esperado por la comunidad: el Memorizador. Una función que permite implementar un sistema de guardado entre niveles, lo que soluciona el problema al crear juegos en los que haya que manter una progresión a lo largo de diferentes fases, como pueda ser una aventura o un juego de rol. Además, el juego ofrece un modo cooperativo para hasta cuatro jugadores a la vez con nuestra conexión online, aunque no hemos tenido oportunidad de probarla.
Conclusión
En este punto es donde toca reflexionar y ver porqué esta saga de juegos TAN buena en principio, no acaba de tener el tirón definitivo. Todo se basa en que su punto fuerte, a veces se vuelve en su contra: la creatividad y compartir con la comunidad. Realmente LBP no es del todo un juego al 100%. Su verdadera opción es crear. Y nosotros tenemos que elegir entre estar horas «buscando el nivel definitivo» con el que jugar entre la catarata de creaciones (con la cantidad de «mierda» que ello implica) o caer en la invitación de realizar las nuestras. Y a eso no todo el mundo está dispuesto o simplemente, no tiene tiempo. Con el primer LBP nos ofrecieron un excelente creador de niveles. La gente de Media Molecule nos invitaron a «crearles» los niveles del juego, nos dieron las herramientas necesarias, picamos como condenados críos y ahí estuvimos. Con el LBP2 nos invitaron a «crear juegos completos»… y entre crear un nivel y crear un juego, va un paso muy largo. «Para crear un juego que me paguen», diría alguno. O si lo quiero crear yo, «me monto mi pollo» con el motor Unreal en PC o con las herramientas para Android o IOS y que sea lo que Dios quiera.
Realmente estoy siendo un poco exagerado y cruel comparando el juego a este nivel, ya que LBP hace todo de una manera más divertida, pero es cierto que quizás se les fue un poco de miras con la segunda parte. O simplemente es que a la gente le valía con lo que le ofrecían en el primero con unas simples mejoras. Pero si no has cogido ninguno de los títulos anteriores y tienes una Vita, la verdad es que no puedo dejar de recomendar que eches un vistazo a este juego.
Si tienes un mínimo de ganas en hacer algo creativo, no hay nada mejor en consola. En ninguna de ellas, a menos que quieras hacer algo comercial, claro está. La simpatía que adorna todo el título te embriagará y caerás en sus redes fácilmente. Pero tienes que ser condescendiente y acatar las reglas de juego. Si las aceptas, tendrás un juego divertido, inacabable y duradero. Un referente en el catálogo de títulos de una máquina como esta. Y al fin y al cabo, ¿No es eso lo que se busca en un «vendeconsolas»? [85]