Los villanos de Dragon Ball: The Breakers no dan tanto miedo

Probamos la sorprendente propuesta de DIMPS, el longevo estudio japonés que desde hace décadas ha trabajado en franquicias como Sonic, Street Fighter y Saint Seiya, entre otras. Te contamos cómo son las partidas de Dragon Ball: The Breakers.

Mientras Dragon Ball FighterZ y Dragon Ball Xenoverse 2 disfrutan del nivel de popularidad y éxito alcanzado por ambos y la serie se emite de nuevo en televisión (Comedy Central), DIMPS trata de sorprender al público con una propuesta de lo más arriesgada, basada en el juego multijugador asimétrico en el que un puñado de supervivientes trata de huir de las garras de esas temibles criaturas llegadas de otro planeta que tantas pesadillas han causado a los seguidores de la obra de Toyirama.

Tenemos que decir que en Dragon Ball: The Breakers nos ha parecido mucho más interesante jugar como villano, que con superviviente por una sencilla razón: el desequilibrio que existe entre ambas facetas. En el Modo Superviviente, los jugadores cooperan para encontrar una serie de llaves que les permita resolver la distorsión temporal en la que están atrapados con la intención de huir, mientras que el verdugo (Freezer, Célula o Majin Boo) trata de acabar con ellos haciendo uso de su inestimable poder.

El principal problema es la dificultad que tiene la propuesta a la hora de motivarnos a seguir jugando, ya que esa sensación de «visto una vez, visto todas» aparece más pronto de lo que nos habría gustado. Desbloquear objetos cosméticos y progresar en las habilidades no nos parece suficiente, teniendo en cuenta que su utilidad es la que es. La idea no está mal, pero las partidas se tornan algo insulsas y, sobre todo, excesivamente repetitivas con el paso de las horas.

Tampoco ayuda la pobre ejecución de algunas habilidades, la tosquedad de los controles y el discreto diseño de niveles, todo hay que decirlo. Es por eso y nada más, que nos ha resultado más dinámico y divertido ponernos en la piel de esos villanos que tantas veces han puesto en problemas a los Super Guerreros durante tantos años. Aunque solo sea por impedir que los otros jugadores logren escapar mientras nosotros nos hacemos más fuertes y alcanzamos la ansiada transformación que nos brinde la forma final.

En el momento de escribir estas líneas, si echamos a un vistazo a la base de datos de Steam podemos comprobar que hay en torno a 2.000 jugadores activos, mientras que el pico máximo alcanzado por el título apenas rebasa los 4.000. En nuestro caso (PS5), hemos notado una ausencia de jugadores en determinadas franjas del día, ya que alguna que otra vez hemos tenido que esperar unos minutos para encontrar un grupo y dar comienzo a la partida. En otras palabras: o no ha sido muy bien recibido, o el sistema de matchmaking sufre algún tipo de problema.

El juego aterrizó hace apenas unos días a precio reducido (apenas veinte euros) y tenemos muy claro cuál es su público objetivo: los seguidores de Bola de Dragón, ni más ni menos. ES un título experimental, que sorprende por su propuesta y trata de seguir la estela de éxitos como Dead by Daylight, haciendo uso una de las licencias más populares de todos los tiempos como principal reclamo. Si eres fan de Goku, Freezer, Gohan, Majin Boo y compañía, tal vez Dragon Ball: The Breakers te sorprenda. Si no es el caso, lo cierto es que no es fácil recomendarlo.

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