Empecé a jugar a Lumo y me di cuenta que hay dos maneras de comprender el juego. Una es para el jugador más joven. Estos van a encontrar un juego divertido, muy difícil, con el muñeco que falla mucho, un juego bonito, simpático, con los saltos muy difíciles, con muchas habitaciones…
Estos son los adjetivos de mis hijos al jugar a Lumo. Al final creo que les ha gustado. Así que creo que no cuesta demasiado recomendar Lumo. Es un juego con cierto carisma y tiene el atractivo suficiente para que el publico más joven lo juegue y lo disfrute. Decía que había dos maneras de entender Lumo, una la acabo de explicar como buenamente he podido.
La otra va dirigida a un publico más veterano. Al público que vivimos los primeros años de un sector que recién se estaba levantando. Años de Spectrum, de cassettes, y de juegos que gracias a un genial sistema de niveles conseguían sorprender a una generación. Lumo nos traslada a esos años, y lo hace de forma magistral. Y cuidado, no es fácil a día de hoy sorprender.
El diseño de Lumo es francamente bueno. Lleno de pasajes que de alguna manera se comunican entre si. Salas plagadas de trampas, enemigos, saltos al vacío, plataformas, salas ocultas, ¿he dicho trampas?, puertas que no lo son tanto, y puzles, muchos puzles. Lumo cuenta con un diseño de los de antes, y lo hace para bien, pero también para mal.
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Mucho ha llovido desde la época en la que hace homenaje Lumo. Y si bien el juego, desarrollado por Rising Star Games, guarda el atractivo, y por que no, la elegancia, de un juego actual, la ejecución no es lo buena que debiera. Es extremadamente común que la cámara nos deje vendidos, tanto que hace que la experiencia nos frustre en muchos momentos.
Y es una pena, pues Lumo parece que esté hecho aposta para jugar en el modo portátil de Switch. La vista isométrica le viene como anillo al modo portátil de la consola, ¿que les habría costado hacer que moviésemos libremente la cámara?. Ya digo, es molesto ver como muchas veces morimos por que nos han dejado vendidos.
Por suerte, la experiencia de Lumo es, en general, mucho más positiva y sería injusto quedarme solo en lo negativo. La aventura es un claro homenaje a una época, a un sistema de juego donde mandaba el diseño. A un juego de los de antes en definitiva. Y claro, la dificultad es igual de protagonista que el propio protagonista del juego. Lumo es un juego de ensayo y error constante, y de alguna manera regresar a eso es fantástico.
Seamos honestos, hoy en día puede que estemos acostumbrados a que la dificultad de un juego nos coja de la mano durante el tiempo que nos dure la aventura, encontrarnos de golpe con Lumo es una sensación extraña al principio y que nos llevará trabajo comprender. Y no les hablo del modo clásico, donde no tendremos mapa, ni vidas infinitas, ni salvar partida.Eso es para los más valientes. Lo que hoy vemos como un reto casi imposible antes era la única manera de jugar.
Lumo tiene el alma y la esencia de los juegos a los que homenajea. Juegos como Knight Lore, que marcaron para muchos un antes y un después, son la base de este fantástico título. Aún así, Lumo tiene un aspecto visual más cerca de la actualidad y un apartado artístico genial.
Quizá, el mayor acierto de este título sea que es capaz de contentar a los más jóvenes y que nos saque los recuerdos de abuelo cebolleta a los más veteranos. Y sin ser un juego perfecto, Lumo es realmente divertido, y los fallos no tapan una experiencia muy recomendable.[85]
Si que es un buen juego y bonito. Pero es bueno, bonito y entretenido como eran los juegos antes, es una pena que nos hayan cambiado tanto los gustos y juegos como este llamen tan poco la atención. Pero bueno, es normal, todo cambia.
Por suerte de vez en cuando salen juegos como este. Es el volver a unos años que ni mejores ni peores, pero si con la capacidad de sorprendernos un poco. A mi al principio me costó tela el adaptarme a la dificultad, por ejemplo. Es cierto que una vez superamos eso… Joer que gustazo de Lumo.