Icono del sitio Akihabara Blues

Super Mario Odyssey: Mario se enfrenta a su propia historia

El ansiado regreso de uno de los mayores iconos de la historia del videojuego está a la vuelta de la esquina. Super Mario Odyssey hará incursión en el catálogo de Nintendo Switch el próximo 27 de octubre con la intención de convertirse en uno de los grandes bombazos de 2017, algo que no tendrá nada fácil.

La exigencia que supone ser el mejor

De todos modos, el auténtico reto al que Mario tendrá que hacer frente es el más difícil todavía: superarse así mismo. A estas alturas no es necesario hablar de lo bien que pinta el juego con el que Nintendo pretende hacer de su nueva consola un producto aún más apetecible de lo que ya es gracias a títulos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Splatoon 2 o el futuro Xenoblade Chronicles 2, entre otros. Nadie en su sano juicio negaría la evidencia, y es que el juego parece tener ilusionada a toda su comunidad de seguidores.

Sin embargo, cuando uno destaca por encima del resto y es dueño de una historia brillante, tiene que saber que la exigencia extrema le acompañará siempre allá donde vaya. Tomándome la libertad de compararlo con una de mis grandes pasiones, el fútbol, cuando pago una entrada para ver a Leo Messi no espero un buen partido del argentino, espero algo diferente, algo que solo él es capaz de hacer. Ya sé que es el mejor, pero siempre tiene que demostrármelo una vez más. Eso define a la perfección lo que muchos sentimos cada vez que Mario debuta en una nueva generación: esperamos algo grande, muy grande.

Si nos ceñimos a las entregas principales que la estrella de Nintendo ha protagonizado tras su salto a las tres dimensiones, Mario nos ha dejado hasta seis juegos en algo más de veinte años. Es cierto que si contamos spin-off, cameos y entregas portátiles la cifra subiría como la espuma, pero mi intención es centrarnos en lo que podríamos definir como apariciones generacionales. Esos juegos que justifican la compra de cada nueva consola.

El salto que cambió la historia

Super Mario 64 llegó en 1995 para convertirse automáticamente —con permiso de Link— en el gran bombazo de Nintendo 64. Uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos para mucha gente, que no dejó indiferente a nadie (que se lo digan a los compañeros de Hobby Consolas y su famoso análisis) y que dotó a la saga de un nuevo estilo más aventurero y profundo de lo habitual. El clásico mapamundi se convirtió en un gran castillo que podíamos explorar libremente y que hacía las veces de nexo para unir todos los mundos concebidos por Shigeru Miyamoto y su equipo.

Aunque siempre ha sido un debate muy recurrente, lo cierto es que Super Mario 64 nos ofrecía una nueva forma de entender la saga, quizás menos desafiante que en las entregas bidimensionales que escribieron las páginas doradas de NES y SNES. Nintendo apostaba por dar un mayor protagonismo a las mecánicas de exploración. Nadie se ha olvidado de la segunda estrella oculta en el trepidante descenso de Mario a través del cuadro de la princesa, ese jefe final oculto en lo más profundo de la pirámide de Shifting Sand Land o aquella curiosa forma de encontrar el traje de metal en Hazy Maze Cave…

El legendario juego de Nintendo 64 no solo supuso el salto a las tres dimensiones de la saga; también plantó los cimientos de un nuevo estilo. Generalmente, cuando pensamos en aventuras de exploración con secciones plataformeras, tendemos a fijar la mirada títulos como Banjo-Kazooie, Donkey Kong 64 o Spyro, entre otros. Sin embargo, el primero en apostar por esa sugerente combinación de mecánicas no fue otro que Super Mario 64… y en la siguiente entrega la cosa irá a más.

Un regreso tan exótico como Isla Delfino

El estreno de la saga en la poderosa —aunque olvidada— GameCube nos dejó una de las entregas más polémicas de la franquicia, y es que Super Mario Sunshine nunca logró contar con el beneplácito de la comunidad al completo. Con una ambientación de lo más veraniega, un artilugio capaz de lanzar chorros de agua a presión y un diseño mucho más horizontal de lo habitual, nuestro fatídico viaje a Isla Delfino dejó una huella imborrable en todos los seguidores de Mario… para bien o para mal.

Las ventas de la Succionaentes 3000 (Luigi’s Mansion) no debieron ser demasiado buenas, así que el ¿carismático? Profesor Fesor decidió poner en marcha un nuevo proyecto, denominado A.C.U.A.C., con el fin de que Mario pudiese limpiar esas manchas de tinta que abundaban a lo largo y ancho de la ciudad. El problema es que emplear chorros de agua terminó convirtiéndose en una de las mecánicas principales del juego, algo que no terminó de convencer a todo el mundo.

La gran seña de identidad de Super Mario Sunshine no era otra que la exploración, más profunda que nunca gracias a la búsqueda de las famosas monedas azules. A día de hoy, exprimir el 100% de Super Mario Sunshine continúa siendo uno de los mayores desafíos nunca vistos en la saga. Menos plataformeo, más recolección de objetos y una cantidad ingente de secretos para dar forma al capítulo más cuestionado que ha protagonizado Mario.

Las maravillas del firmamento

Super Mario Galaxy es un claro ejemplo de lo que servidor espera de la inminente llegada del fontanero a Nintendo Switch. Uno de esos títulos capaces de marcar una época. Capaces de trascender en el tiempo. Una de las consolas más exitosas de todos los tiempos no podía pasar por el mercado sin la compañía de una obra maestra que actúe como buque insignia. Más de diez millones de copias vendidas para una aventura inolvidable, aunque, para sorpresa de todos, lo mejor aún estaba por llegar. Por cierto, no os preocupéis, no voy a despedirme sin dejar que suene «Gusty Garden Galaxy», una vez más.

https://youtu.be/VEIWhy-urqM

¿Alguien podía imaginar un segundo juego de Mario apenas tres años después? Super Mario Galaxy 2 se hizo realidad y aquí toca ponernos en pie, porque abordamos uno de los mejores juegos de todos los tiempos, según apunta una gran cantidad de jugadores. EAD Tokyo supo quedarse con lo mejor de su antecesor para proponernos un nuevo viaje intergaláctico, más ambicioso, directo y divertido que nunca.

Super Mario Galaxy 2 dejó de lado la ligera presencia argumental de la primera entrega para centrarse en la gran seña de identidad de Mario: las plataformas. A diferencia del primero, en este nuevo viaje la sensación de reto aumentó notoriamente, dando lugar a un título cargado de pruebas desafiantes. Personalmente, uno de los aspectos que me dejaron boquiabierto radica en la capacidad de Nintendo para reinventarse, desplegando un derroche de imaginación sin precedentes.

En el lugar y momento equivocados

Tal vez salpicado por la delicada situación de Wii U, tal vez perseguido por la alargada sombra de las brillantes entregas que disfrutamos entre 2007 y 2010, lo cierto es que el último juego de Mario hasta la fecha no logró trascender ni una cuarta parte de lo que hasta entonces acostumbrábamos a ver. Super Mario 3D World es la clara muestra de que a veces no es suficiente con hacer un buen —o muy buen— juego.

Algunos dicen que el juego era relativamente similar a Super Mario 3D Land (Nintendo 3DS), otros consideran que la sombra de las dos entregas para Wii era demasiado alargada y también tenemos a los que —entre los que me incluyo— siempre exigen a Mario una aparición estelar; un producto redondo y que vaya más allá. Sea como fuere, nadie en su sano juicio diría que Super Mario 3D World es un mal juego, porque no lo es. De hecho, seguramente sea uno de los mejores plataformas de los últimos años, aunque quizás no sea suficiente para ponerse a la altura de las grandes obras a las que Nintendo nos tiene acostumbrados.

La hora de la verdad

Tras este breve repaso —mucho más de lo que me gustaría— al viaje que Mario emprendió a través de las tres dimensiones a partir de 1995, es hora de centrarnos en el presente y prepararnos para la que se nos avecina: Super Mario Odyssey. Esta nueva odisea dará su pistoletazo de salida en apenas un par de semanas y el nivel de exigencia se sitúa sobre las nubes.

Mario, no puedes fallar. No todos los días tienes la oportunidad de reunirte con Link para rematar un año inolvidable. El Héroe del Tiempo ya ha cumplido su promesa, y ahora te toca a ti. Mario, demuéstranos que sigues siendo el mejor.

Salir de la versión móvil