Han pasado ya muchos años desde que un buen amigo de la infancia, Adrián, me relajase por mi cumpleaños Half-Life. Yo, un chaval que iba a cualquier sitio con su GBA, descubrí una maravilla de título que me haría tremendamente aficionado a los juegos en primera persona; sin embargo, un día algo cambió. Me entristece, pero no sé cómo cambiarlo.
Tengo un problema con los juegos en primera persona, y hoy no vengo a decir que estamos viviendo una proliferación evidente en el género ni nada parecido, porque en mi caso soy más de la postura de que si hay algo que no te gusta lo mejor que puedes hacer e son comprarlo. Vaya, que por mí como si salen tres Assassin’s Creed cada año, que me limitaré a comer palomitas mientras veo cómo se cargan la licencia. Me alegro de que este año no haya uno, por cierto. Es una cuestión de salud.
Como quizá también sea cuestión de salud mi problema con los first person shooter: me mareo. Puede que penséis que estoy bromeando o que estoy intentando tirar de humor, peor nada más lejos de la realidad, porque desde que tengo miopía y astigmatismo cuento con serias dificultades para estar jugando durante más de una hora a un título en primera persona. He tratado de documentarme mucho durante este tiempo, sobre todo porque desde Call of Duty 2 hasta Call of Duty Modern Warfare 2 jugaba muchísimo a estos títulos.
Fui a contracorriente, porque por aquel 2009 dejé de lado casi de forma total este género, jugando títulos imprescindibles cada año pero no acudiendo al género por gusto. Lo pasé mal completando la saga Bioshock, tuve dificultades con Portal… En definitiva, tardaba muchísimo. No me pasa con todos los títulos en primera persona, solo con aquellos donde tengo que estar muy pendiente de lo que sucede a mi alrededor; mi cuello se echa hacia atrás como si no tuviese espacio a la distancia a la que juego y empiezo a sentir con el paso de las horas que me pesa la cabeza.
No concibo el videojuego como algo que no me permita disfrutar desde el primer minuto, he venido aquí a pasarlo bien y aprender, descubrir cosas con cada título; pero con los shooter en primera persona, por mucho que me empeñe, me termino mareando. Espero que algún día me deje de pasar y pueda volver a disfrutar con el género, pero ahora mismo no me imagino volviendo a Modern Warfare para intentar terminar con una relación de bajas y muertes positiva. ¿Te ha pasado a ti algo parecido alguna vez?