Si os digo la verdad, no he leído ningún número de Bleach, no he visto ni un sólo capítulo de la serie de televisión y, sinceramente, no me preocupa. El juego que gracias a SEGA nos hace rememorar algunos de los mejores arcades de lucha en 2D del mercado es lo suficientemente valioso por sí mismo, por todo lo que ofrece, por su sistema de juego, por su música, por su sonido, por sus gráficos y por sus múltiples posibilidades multijugador, que da absolutamente igual que seas un fan de la serie o un cenutrio como yo.
Además, la rivalidad en este género en particular en DS no es ni mucha ni muy buena (hay uno de Naruto que analizaremos en breve), y aunque cierta sencillez en el sistema de combos lo alejen de los grandes de sobremesa (sobre todo de esa obra maestra de SEGA llamada Virtua Fighter 5), es sencillamente la mejor opción para los amantes de los fighting games que posean una Nintendo DS.
El sistema de combate es sencillo: scroll horizontal con dos planos en los que podemos luchar (lo que permite combates de hasta 4 jugadores simultáneamente), la clásica barra de energía y una barra de especiales que nos permite ejecutar combos y golpes brutales. La pantalla táctil tiene un uso realmente útil y nos permite lanzar cartas de una baraja, que podemos crear a nuestro antojo en el menú de opciones, que se utilizan para mejorar temporalmente algunos poderes (duran muy poco, pero son realmente útiles cuando te están poniendo las pilas). También, para los menos habilidosos ejecutando combos con la cruceta y los botones, podemos tocar la pantalla táctil para ejecutar los movimientos más poderosos, así como los especiales. Para que nos entendamos, el haddouken de los Street Fighter se podría hacer tocando la pantalla.
Además de los golpes especiales, de los combos, de la lucha en dos planos, de las posibilidad de usar combos aéreos y de las posibilidades que ofrecen las cartas en los combates, el modo Historia, que sigue las aventuras de los primeros capítulos de la serie anime, tiene una duración más que considerable y nos permitirá ir conociendo a 23 de los personajes que tienen cabida en la serie. Entre combate y combate, imágenes estáticas de corte manga que tanto gustan, el peculiar sentido del humor y cierta ambigüedad de la animación japonesa…
Ni qué decir tiene que la obra de Treasure es de lo mejorcito que ha visto la portátil de DS: cel-shading en 2D para los combates y a nivel sonoro, las voces y la música están a la altura de un Triple A. Si además añadimos que tiene una variedad de modos de juego considerable (arcade, historia, versus, contrarreloj, supervivencia, entrenamiento), opciones multijugador con y sin tarjeta extra, que el modo historia es mucho más largo de lo habitual en cualquier fighting game y que los desbloqueables son sustanciosos, tenemos juego para rato.
¿Se puede decir algo malo? Sí, claro. No tiene la profundidad de los grandes del género (hablo de consolas de sobremesa) y los combos son muy sencillos de ejecutar, lo que hace que sea un título más sencillo de lo habitual y no es difícil que en la primera partida estés un buen número de combates sin besar el suelo. Aparte de eso, no hay nada que podamos reprochar.
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