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[Microanálisis] Final Fantasy Tactics: The War of the Lions

Final Fantasy Tactics regresa por todo lo alto en The War of the Lions, una adaptación que, por el resultado conseguido, evoca al remake de Resident Evil que recibió GameCube. Si nunca has jugado, prepárate a descubrir al que posiblemente sea uno de los mejores títulos basados en la franquicia de la Fantasía Final.

El sistema de juego se aleja de los tradicionales Final Fantasy y lo asemeja a una partida de ajedrez en un tablero gigantesco. Los combates, aunque constituyen el eje central del juego, no son lo único interactivo que encontraréis en el mundo que Square Enix ha recuperado del clásico de GameBoy Advance. Cientos de personajes, localizaciones y objetos esperan al aventurero para revelar todas sus posibilidades y deslumbrar a sus viejos conocidos con su remozado aspecto a la altura del hardware de PlayStation Portable. A destacar la traducción, a una grandísima altura, quizá lo más cuidado del juego.

Secuencias cinemáticas de gran calidad, con un cuidadísimo estilo que combina el descuidado trazo de un artista realizando bocetos con diseños marca de la casa y unos acabados de auténtico lujo. Se nota que es una producción de muchos kilates, pero, sobre todo, se nota que es un Final Fantasy, a pesar de que, a la vez, sea tan diferente a todos los anteriores. Cada mágica melodía, cada personaje, cada cinemática nos hará evocar irremediablemente nuestras Fantasías Finales preferidas, sean las que sean. Chocobos, pociones, personajes atormentados, el diseño de los mismos, la maravillosa historia que sirve de excusa a todo el asunto… Lástima de las contínuas ralentizaciones durante los combates.

Eso sí, aquellos que busquen combates en tiempo real se sentirán algo perdidos: En Final Fantasy Tactics: The War of the Lions, como ya sugiere el título, se lucha por turnos y la planificación de las batallas y la calibración de las fuerzas del oponente serán primordiales de cara a hacerse con la victoria final. La cosa consiste en que cada uno de los personajes que intervienen en la batalla cuenta con un turno periódico, durante el cuál podrá moverse y/o atacar, realizar una magia o utilizar un objeto, poción, etc.

Podremos controlar a casi todos los integrantes de nuestro equipo, salvo excepciones propiciadas fundamentalmente por el hilo argumental, aunque en todo momento podemos activar la Inteligencia Artificial de cada uno de ellos, seleccionando un comportamiento agresivo, defensivo, etc. Una gran cantidad de posibilidades que no llega a saturar sino que motiva al jugador a perfeccionar sus técnicas de combate, a optimizar la administración de recursos y a calibrar la elección de tropas, sin duda una de las claves de las combates, junto a la colocación de las mismas y su posterior movimiento por el tablero-escenario.

PSP, con títulos como Monster Hunter 2 Freedom y este Final Fantasy Tactics: The War of the Lions, se reivindica como la máquina que siempre quiso Sony que fuera. Son títulos de grandísima calidad, que rivalizan en acabados con los mejores juegos de PlayStation 2. Lástima que, de momento, formen parte más de las excepciones que de la norma general.

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