Si te gusta la velocidad te tienes que comprar este juego. Aunque sea casi una demo, aunque tu tele «sólo» sea HD-Ready. Porque GT 5 Prologue es todo un espectáculo con el que vacilarás a cualquiera que le gusten mínimamente los videojuegos. Ni tan siquiera hace falta que sean aficionados al género de la velocidad: Nunca has visto nada parecido corriendo en una PlayStation 3.
Los coches son fotorrealistas. Sí, es verdad que ésto se lleva diciendo desde los tiempos del primer Gran Turismo,pero es que ahora es verdad. Distinguir a un vehículo de GT 5 Prologue entre un montón de fotos de coches reales sería una tarea muy complicada. Los escenarios también han sido tratados como entornos reales, y la única parte comprometida es el modelado de los integrantes del público, que en la mayoría de los casos sigue siendo en 2 dimensiones. En cualquier caso, una repetición de Gran Turismo 5 Prologue es el mayor espectáculo audiovisual que uno puede encontrar en un videojuego para cualquier sistema. Y es que los replays de los GT tienen pedigree del bueno. Como novedades y delicatessens extras, la cámara interior, una maravilla visual, o que mientras navegamos por los menús presenciaremos secuencias 3D de una belleza intachable en las que el coche que tengamos seleccionado en ese momento aparecerá en parajes idilicos de ciudades muy conocidas. Kazunori Yamauchi, productor del juego, ha hecho su trabajo, en serio. Increíble. Hasta mi padre se compraría este juego sólo por babear con estas escenas, y eso que a él los videojuegos como que no…
La conducción será tan complicada como queráis, desactivando ayudas como el control de derrapajes o el asistente de trazo de curva, convirtiendo así vuestra experiencia con Gran Turismo 5 Prologue en toda una simulación. Además, esa sensación inherente a los GT de que cada coche se pilota de forma totalmente diferente. Notaréis cada caballo de potencia, cada sistema de tracción, cada centímetro extra de neumático. Lo que seguiréis sin notar, por desgracia, será la sensación real de golpearos contra los demás coches, algo que sigue siendo lo mejor opción a la hora de tomar las curvas y adelantar a los demás conductores. Y es que más allá de que no haya control de daños, la sensación que uno tiene al jugar a GT 5 Prologue es que se incentiva el chocarse contra los vehículos para apurar las curvas. Eso sí, no os salgáis del cemento, porque en la arena derraparéis como cosacos. Por cierto, qué gustazo de polvo que se levanta cuando se pasa por encima de la arena… Y qué gustazo el sonido del viento, sonido que desaparecerá al coger un rebufo y aprovecharnos del incauto que tengamos delante.
La coletilla de Prologue significa, entre otras cosas, que no podremos comprar piezas para los coches, por lo que uno de los principales alicientes de los primeros juegos de la franquicia – Esas míticas pegatas en las «Modificaciones de carrera» – aquí brillan por su ausencia. Si hablamos de números, hay que decir que hay 70 coches disponibles, 6 circuitos con diferentes variaciones, 16 jugadores online… Y 1 hora de instalación + actualización. Por 40 € quizá son números discretos pero en este caso, dado el acabado del conjunto, los 300 se comen a los miles de persas. Exceptuando, claro, el obsceno tiempo de instalación + actualización, actualización que por cierto aún no he podido completar – y eso que lo he intentado como 5 veces.
Enlaces de interés:
Página oficial de Gran Turismo 5 Prologue
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