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[Microanálisis] Iron Man (Xbox 360)

El primer superhéroe de la casa de los sueños en llegar al mercado tras el acuerdo firmado con SEGA ha sido el alter ego de Tony Stark. Tras él llegarán a nuestras máquinas de ocio Hulk, en pocos días, y posteriormente parece que serán Thor y Capitán América. Podría entrar ahora en el debate de que las conversiones de película a videojuego no suelen ser muy buenas, como tampoco ocurre a la viceversa. Pero en realidad, cualquier expresión de ocio digital que se basa en otra recreación lúdico-artística suele perder su esencia y encanto en la metamorfosis. Si además tenemos en cuenta que la simultaneidad obliga a que el videojuego se concluya, en muchas ocasiones, con el tiempo justo, la dificultad de hacer algo decente es más comprensible si cabe.

El videojuego de Iron Man, desgraciadamente, cumple a rajatabla la regla. Pero además omite varios aspectos que debían ser fundamentales a la hora de publicar a la vez un tándem película-videojuego. En primer lugar, el juego es tremendamente exigente en cuanto a su sistema de control. No es el típico pasatiempo para niños que han salido cantando del cine Hakuna-Matata, sino un título para jugadores con experiencia a los mandos de una máquina de destrucción masiva. Controlar las diferentes armaduras que el fabricante de armas redimido Tony Stark puede vestir exige una paciencia de hierro.

Tenemos botones para armas principales y secundarias, para disparar el monorrayo y usar el ataque cuerpo a cuerpo; para planear, para volar, para esquivar y para usar medidas defensivas, sin olvidar la cruceta con la que enviamos energía a las diferentes funciones del traje. A la complejidad del sistema de control hay que añadir que el motor gráfico no es de mucha ayuda y su brusquedad complica centrarnos en los enemigos, que el sistema de apuntado automático es horrible y no sólo apunta al objetivo que se le antoja, sino que es realmente complicado decirle que apunte a otro, sino que además la forma de controlar la mira varía entre el combate aéreo y terrestre, lo que ya es el súmmum de las complicaciones..

Por si todo esto fuera poco, el número de enemigos y el arsenal fabricado por las Industrias Stark que será utilizado contra el ejército de un hombre es para echarse a llorar. Misiles tierra-aire, aire-aire, cazas, helicópteros, tanques, soldados… Y en cuanto a número para que hablar, las fábricas parecen lanzar sin pausa kamikazes para hacernos morder el polvo. En serio, la dificultad Locura de Gears of War, los niveles de dificultad más elevados de DMC3 o Ninja Gaiden son prácticamente un paseo comparado con lo que nos depara este DVD.

La mayor parte de los niveles se desarrollan en parajes desérticos con horizontes dalinianos en los que sólo es posible destacar la recreación del cielo o en ciudades vacías con una recreación de estructuras tan poco imaginativa como la variedad de las misiones. El resto de elementos, tanto artísticos como técnicos, son realmente pobres en su recreación: escenarios vacíos sin una pizca de chispa, enemigos que se repiten sin cesar, texturas en baja definición, un motor físico obsoleto y unas secuencias intermedias de una calidad mediocre…

Después de toda esta retahíla pensaréis, pues vaya. Bueno se puede sacar algo positivo: el juego está doblado al castellano, su estilo arcade potencia partidas frenéticas y para los más exigentes y/o talluditos en los videojuegos, la verdad es que el juego, si eres paciente y aceptas sus múltiples errores, termina enganchando. Cada vez que los sistemas energéticos se agotan y no pueden devolver la energía al soporte vital piensas: por mis * (úsese la parte del cuerpo que se prefiera) que me lo paso. En total trece niveles que pueden volverse a jugar en solitario en el modo supervivencia con el objetivo de conseguir logros, porque eso del juego en red no se ha tenido en absoluto en cuenta.

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Web oficial | Iron Man

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