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Análisis de Metal Gear Solid 4 para PlayStation 3

Metal Gear Solid 4

Empezaré por el final. A diferencia de Ray, yo no creo que Metal Gear Solid 4 sea el mejor MGS que se ha visto hasta el momento. Y es que el primero me caló bastante más hondo de lo que lo ha hecho éste, sobre todo por la apuesta jugable presentada – infiltración ante todo, con consecuencias funestas si no salías airoso- y por la novedad que suponía. Y más importante: Por aquel entonces las escenas cinemáticas estaban al servicio de la jugabilidad y no al revés. Eso sí, a nivel visual y argumental, Metal Gear Solid 4 es un juegazo, para mi gusto el segundo mejor juego de la serie y toda una lección de como crear una secuela Next-Gen de una franquicia que ha aparecido ya en 3 generaciones de consolas.

Como dice la famosa frase del tráiler, y de una de las secuencias iniciales del juego en sí, «La Guerra ha cambiado». Y ese no es el único gran cambio en Metal Gear Solid 4, pues la jugabilidad también ha cambiado. O, mejor dicho, se ha expandido. Ahora el inflitrarse será tan solo una opción, porque el sistema de control de Snake nos permitirá enfrentarnos a los enemigos en campos de batalla abiertos al más puro estilo Call Of Duty 4. Eso sí, los combates están muy scriptados, y la IA de los personajes no parece excesivamente brillante, así que se podría decir que en ese sentido MGS4 no ha realizado un salto realmente importante. Las rutinas de los guardias y la respuesta a estímulos externos por parte de los NPCs se me antojan, desde mi posición de jugador y no de teórico de la computación algorítmica, prácticamente idénticos a los anteriores capítulos de la saga.

Donde la cosa ha evolucionado de forma evidente y tangible ha sido en la jugabilidad, siendo ésta mucho más arcade. Los items a recoger en los escenarios se cuentan por cientos, podréis adquirir armas, raciones o munición en cualquier momento y el que el enemigo te detecte será menos trágico que nunca. Metal Gear Solid 4 ha evolucionado, salvando las distancias, de una forma muy similar a la que lo ha hecho Devil May Cry 4: Los dos se han vuelto más asequibles y han interpretado el salto Next-Gen como una forma de pulir su presentación pero sin realizar grandes innovaciones.

Que nadie se lleve a engaños. Metal Gear Solid 4 está más cerca de MGS 2 que de la primera entrega. Kojima ha vuelto a apostar por continuas cinemáticas que llevan todo el peso del argumento, y puedo decir que he tenido la sensación que el tiempo que se está efectivamente jugando o mirando esas escenas es equivalente. Pero el gran mérito de MGS4 es que, al contrario que en la segunda entrega, el resultado final es bastante menos tedioso, más cinematográfico, pero no cine documental para dormir a las cigueñas, sino de película de acción con los muchos toques conspiranoicos. El jugador seguirá teniendo la sensación de estar formando parte de una película interactiva, pero al menos esta película le entrará bastante mejor, es bastante más asequible gracias a su trabajado y emotivo argumento.

Eso no implica que a los que no les gustaron ni la segunda ni la tercera parte vayan a disfrutar con ésta: MGS 4 presenta muchísimas mejoras gráficas y jugables, pero sigue siendo un Metal Gear Solid, repleto de escenas cinemáticas y más ahora que a Kojima ha contado con un soporte como el Blu-Ray para albergar cuantas CGI Movies le ha venido en gana. Un Metal Gear más arcade de lo acostumbrado pero con un ritmo de juego más que discutiblepersonal, comparado con la mayoría de títulos del mercado. Es esa la barrera que hace que no pueda calificarlo como indispensable, pero sí aconsejar su compra: Y es que, a pesar de que la calidad de la producción es lo máximo que se ha visto hasta el momento en sistema de entretenimiento alguno, su fórmula de juego no resultará atrayente a todo tipo de jugadores. En un GTA IV cualquiera puede encontrar algo con lo que pasar el rato. En MGS4, como en los últimos 2 capítulos de la saga, o te sumerges en el argumento o tendrás una sensación de vacío, de descontrol, de estar jugando a un juego en railes.

En cuanto al modo online, quizá la última espinita clavada de Hideo Kojima con la serie, no me acaba de convencer. Y es que tener la referencia del genial COD 4 tan cercana en el tiempo hace casi imposible que un juego del estilo pueda llevarse al gato al agua, y menos si no se trata de un desarrollo especialmente enfocado a las partidas en red, como es el caso.

Una última pega: Los que detesten las instalaciones de los juegos en PlayStation 3 aquí van a tener dos platos, porque además de los 8 minutos de carga inicial regularmente irán sucediéndose otras instalaciones para los nuevos niveles a los que accedáis.

Enlaces de interés:

Página Oficial de Metal Gear Solid 4
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