Icono del sitio Akihabara Blues

[Microanálisis] Ratchet y Clank: Armados hasta los dientes (PS3)


Ratchet y Clank aterrizan en PlayStation 3 con el que ya puede ser considerado como el mejor título de la saga. Con un apartado técnico Next-Gen y conservando las principales virtudes ya vistas en sus anteriores entregas, Armados hasta los dientes se apodera por méritos propios del trono de Mejor Plataformas de una consola que estaba falta de juegos tan convincentes.

Los visuales del último Ratchet son lo más parecido a una película de dibujos animados que se puede encontrar en el catálogo de PS3. Y no sólo me refiero a las impecables cinemáticas, sino al propio motor del juego en sí, el cual, junto al impecable doblaje al castellano, consigue crear una atmósfera de serie cartoon. Sin duda, el apartado más trabajado de la última producción de Insomniac. Tan sólo algunas caídas del frame rate nos devolverán los pies a la Tierra.

En cuanto a la acción en si, nada – especialmente – nuevo bajo el sol; Controlando a Jak Ratchet deberemos de dar buena cuenta de todas las tropas robóticas y alienígenas enemigas utilizando para ello un auténtico arsenal, encabezado por una de las mejores armas jamás vistas: El Molotrón. Es cierto que se han implementado algunas cosas nunca vistas hasta el momento en la serie, como una a la postre insustancial caída libre controlada por el SixAxis, pero, en general, las sensaciones son las mismas que en cualquier otro Ratchet, pero con un componente Next-Gen provisto por los fantásticos gráficos, que constituyen uno de los mejores apartados del catálago de PlayStation 3.

Salir de la versión móvil