SEGA se ha puesto las pilas en este fin de año para recordarnos ese peculiar regusto de lo clásico, de lo salones recreativos, de los arcades de toda la vida que han sabido marcar una época y grabar en nuestra selectiva memoria algunos de los mejores momentos gamer que hemos vivido. Entre los grandes clásicos resucitados este año figuran Virtua Tennis 3, Sega Rally Evo y por supuesto, el que hoy nos ocupa: uno de los más grandes fighting game de la historia. Para muchos el mejor.
El fighting game por antonomasia de SEGA viene revitaminado en su versión para 360, pero al contrario que muchos que llegan tarde para ofrecer lo mismo o peor, la espera ha merecido la pena. No sólo por la inclusión del juego a través de Xbox Live que ya por sí sólo basta y sobra para decantarse por esta versión, sino que la experiencia de juego ha sido también modificada. Se ha pasado de la versión B del arcade a la C y, aunque los cambios no son apreciables por la mayoría de los mortales, implican que los datos recopilados sobre «agujeros» en los sistemas de combate de cada personaje han sido redefinidos para ofrecer unos combates más igualados y que no sea tan sencillo explotar ciertos puntos débiles de los rivales.
Lo mejor de Virtua Fighter 5 es que resulta tremendamente real en su puesta en escena y que su sistema de control, a la vez que sencillo de manejar de buenas a primeras, goza de una profundidad que agradece las horas invertidas. En cuanto al primer apartado, la versión 360 es soberbia a nivel gráfico, sobre todo en lo que respecta al modelado de los personajes, a la fluidez en los movimientos y en las texturas de los 17 caracteres disponibles; además, cada golpeo, cada llave, cada movimiento podrías hacerlo tú en la vida real si te hubieras dedicado a dominar un arte marcial en lugar de practicar el botellón. Es mucho más real que sus rivales y en ese aspecto podríamos decir que es el mejor simulador de lucha del mercado.
En cuanto al segundo, el sistema de control, es capaz de ofrecer muchas horas de diversión con un control relativamente sencillo. No hace falta girar dos veces el stick a la vez que pulsas tres botones y das un paso atrás. Nada de eso. Sólo tres botones y el mando sirven para ejecutar todos los movimientos, y cada luchador tiene únicamente un par de combos algo complejos de realizar. ¿El resultado? Vicio, mucho y del bueno. Cada uno de los 17 competidores es único en su estilo de combate y sus movimientos bien definidos, a la vez que todos pueden ganar a todos. Aquí no hay Zangiefs ni Hondas, todos reparten tela por igual, desde el Muay Thai de Brad al wrestling mexicano de El Blaze sirven para dar estopa. Además, el modo «carrera» es largo y en él debemos competir por los recreativos japoneses con un único luchador y podemos desbloquear vestimenta y esas cositas que nos obligan a coleccionar.
Puestos a quejarnos y a criticar por criticar diremos que las opciones online son muy escasas (aunque las malas lenguas dirán que más lo son en otra consola) y que la presentación es al estilo de SEGA, es decir, anticuada. Pero poco más podréis echarle en cara. Es un clásico como la copa de un pino y nos alegramos de que no haya sufrido el efecto mariposa de otros títulos de la casa.
¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá? ¿Quién te gusta más, el Madrid o el Barça? Podríamos discutir si Virtua Fighter es el más real, Dead or Alive el más rápido y Tekken el más completo. Cada persona tendrá sus preferencias y votaría por uno u otro, pero todos ellos son de lo más grande que ha parido madre en este género. Para acabar, comentaros que Virtua Fighter 5 es un título que se juega mejor con uno de estos bichos. El sueño de todo niño que hoy esté criándolos o en edad de hacerlo, una recreativa en tu propia casa. Date un homenaje, pideselo a los Reyes Magos.
Veredicto
¿Jugarias más de 2 horas? Obviamente sí
¿Por qué? Es un clásico arcade a la altura de esta generación y uno de los mejores títulos de lucha del mercado, para muchos el mejor.
Imágenes
Trailer version Xbox 360