Electrónica elegancia
WipeOut Pulse se puede definir con dos palabras: Elegante y Electrónico. Elegante porque desde los menús, pasando por los modos de juego, el diseño de los circuitos y de las naves y la misma sensación de pilotaje, todo es exquisito, maravilloso. Es jugar por experimentar, no por ganar. Bien es cierto que no haréis ascos a las medallas con las que se premian a los pilotos más rápidos, pero este es uno de esos juegos en los que lo más importante, el meollo del asunto, se encuentra en el camino y no en la meta: La gran gratificación de WipeOut Pulse es el disfrutar del feeling que las naves proporcionan.
Electrónico, por el marcado carácter futurista del juego, por la robótica voz que nos presentará el circuito en el que vayamos a competir y por la música. Una selección de temas que hace honor a la fama de que los WipeOut son algunos de los títulos con una banda sonora más cuidada. Si os gusta la música electrónica, vais a disfrutar como enanos. Y es que conducir a uno de los vehículos futuristas de este juego es toda una gozada. La sensación parece similar a la que uno tendría si pudiera controlar la trayectoria de un objeto que se desliza por el hielo. El jugador siente, y sin necesidad de ningún tipo de vibración, que las máquinas están flotando encima del aire.
Las armas que iréis recogiendo por los niveles y los turbos colocados a lo largo y ancho de las carreteras serán lo que realmente determine el podium final de las carreras. Y es que por muy bien que tomes las curvas o lo rápido que sea tu vehículo, el aprovechar todos los items desperdigados por los escenarios y hacer buen uso de las rampas de velocidad será la clave para conseguir esa ventaja extra que os permita marcar la diferencia.
Hay puntos flojos, claro. La sensación de velocidad, comparada con otros juegos como Burnout,es limitada. Además, los tiempos de carga no son precisamente cortos, pero quizá este asunto, al ser algo generalizado con los juegos de PSP, pasará más desapercibido.