Icono del sitio Akihabara Blues

Mírame a los ojos, no a mis pechotes

Y esto es, en resumidas cuentas, lo que Kevin Levine, creador de Bioshock Infinite (que llegará algún día de 2012), piensa que deberíamos hacer con su personaje, Elizabeth. Su creador piensa que la comunidad gamer, que ha opinado que la musa electrónica esta de toma pan y moja, somos unos cochinos e indecentes.

Me he enamorado de esa mirada, en serio.

Pero claro, tras los argumentos tan indiscutibles que nos presenta su creador ¿quien puede rendirse a sus pechos ojos?

Pues ni corto, ni perezoso, Kevin ha declarado, en la Revista Oficial Xbox, que le encantaría que fuera la personalidad y fuerza del personaje lo que nos atrajera y no su físico, por aquello que la belleza está en el interior y esas cosas. Es por ello que incluso se llegaron a replantear si debería ser una sex-symbol o tener un cuerpo de nota media, según las propias palabras del mojigato Kevin

«La gente de la red se ha pasado más tiempo pensando en sus pechos que yo. Es algo que apenas he parado a pensar.»

«Pasé más tiempo pensando en sus ojos que en sus pechos, porque sus ojos son muy expresivos»

Suenan curiosas estas palabras, sabiendo que han sido ellos mismos los que le han puesto un escote prominente y un corsé.

La verdad es que la chica, en sí, es resultona por combinación de ambos elementos: sex-appeal y personalidad, pero que no intenten camuflarlo, porque de querer un personaje más personal no harían el juego dirigido mayoritariamente, y por desgracia en este mundillo, al género masculino.

Salir de la versión móvil