La primera entrega de Mirror’s Edge estaba lejos de ser perfecta, pero, sin embargo, con el paso del tiempo, por diversos conceptos y por la fuerza de su personaje, Faith, el juego se fue convirtiendo, poco a poco, en un título de culto, hasta tal punto que muchos aficionados a la saga no pudieron contener su emoción con el anuncio oficial de Mirror’s Edge Catalyst hace un par de E3.
Review de Mirror’s Edge Catalyst para PC
Ese juego hace unas semanas que salió a la venta y, gracias a la amabilidad de EA, hemos podido analizarlo. La verdad es que hubiera querido sacar esta review hace unos días, pero entre el lío del pre, post y el propio E3, Gamergy, y unas merecidas vacaciones, no he podido escribir el texto como dios manda hasta el día de hoy.
Tengo que ser franco, Catalyst es un juego que, a rasgos generales, me ha gustado mucho, acertando en casi todo lo que lo hacía la anterior entrega de la saga, y mejorando varios puntos como una mayor libertad a la hora de explorar la ciudad, cientos y cientos de retos y la capacidad que el juego tiene, gracias a sus mecánicas, de sumergirte dentro de su universo, y de hacerte sentir como un auténtico «runner».
Sin embargo, también tiene cosas negativas en el otro lado de la balanza que evitan que el juego pueda destacar todavía más a pesar de tener un montón de posibilidades. Lo primero que no ha acabado de gustarme es el sistema de combate, un tanto tosco, sobre todo si disfrutamos del juego en PC, provocando que parte de la adrenalina, de la acción continua, de la rapidez y de la agilidad con la que normalmente ocurre todo se frene por momentos. Desde luego, Mirror’s Edge Catalyst no es un juego que nos invite a combatir, aunque pegarnos de tortas con cierta gente es inevitable.
Lo segundo que me ha dejado un tanto frío es la propia campaña del título, un tanto descafeinada a nivel argumental para lo que podría dar de sí el juego. No ha llegado a atraparme, a cautivarme en ningún momento, a pesar de que las diferentes misiones de la misma si que resultan, en la mayoría de las ocasiones, divertidas, atractivas y te empujan a jugar, pero sin contar un gran peso argumental detrás, con un motivo que haga que queramos devorar el juego.
Conviertete en un auténtico runner
Sin embargo, en el otro lado de la balanza está todo lo demás que nos ofrece el juego, y que hace que el título, en algunos aspectos, sea superlativo. Digamos que DICE quizás no haya acertado a la hora de reflejar el combate o de transmitir la historia principal como debiera, pero que ha hecho un trabajo insuperable en todo lo demás, sobre todo en los cientos de coleccionables, objetivos secundarios, carreras y un sinfín de sorpresas que hacen que queramos explorar de punta a punta la ciudad, que nos piquemos intentando encontrar la ruta más corta, o ese salto imposible que nos permite ahorrarnos unos segundos en una carrera superando los marcadores de nuestros amigos, y que hacen que la ciudad cobre vida propia, y que nos atrape dentro de ella, explorando cada rincón, aprendiendo cada edificio, cada esquina, cada salto, de memoria.
Otra cosa que me ha gustado mucho es la posibilidad que nos da DICE tanto de contar con un montón de ayudas para no perdernos por la ciudad y por los continuos saltos, rincones y recovecos de cada edificio, como de desactivarlas y de contar con un auténtico reto preparado solo para los expertos en la saga.
Os hablamos de la «visión de runner«, un «implante cerebral» que nos permite ver destacado en rojo los saltos, las paredes que se pueden trepar, y otros muchos recovecos que nos permitirán movernos por soltura por las diferentes zonas de la ciudad y de sus edificios. Esta vista, como decimos, puede activarse hasta hacerse practicamente permanente, o puede regularse para que sólo salga durante unos instantes cuando pulsemos un botón en nuestro teclado o, directamente, nunca, para los osados que quieran enfrentarse al juego sin ningún tipo de ayuda, algo nada recomendado para noveles.
Una ciudad sobrecogedora
A nivel gráfico, los juegos de EA siempre suelen destacar por su alta calidad y este Mirror’s Edge Catalyst no iba a ser menos, aunque bien es cierto que no llega a asombrar tanto como los Battlefield o los Crysis, pero es que tampoco lo pretende, ya que Catalyst lo que quiere engatusarnos es con su acabado artístico, con la belleza de sus escenarios minimalistas, de la inmensidad de su ciudad, de sus recovecos, de los coches circulando bajo nuestros pies, de todos los reflejos, juegos de luces y diferentes efectos que nos iremos encontrando a nuestro paso y que harán que el juego nos entre muy bien por los ojos, además de realizar un gran trabajo tanto en las animaciones de los saltos como de las escaladas y otros movimientos como las volteretas, lo que suma agilidad al juego además de un impacto gráfico notorio.
Conclusión
Mirror’s Edge Catalyst puede considerarse casi un juego de autor, un título que, sobre todo, van a disfrutar todos aquellos que ya lo hicieran con la primera entrega del juego. La nueva obra de EA y DICE tiene muchos elementos que lo hacen única, especial. La libertad de movimientos, el componente sandbox, llevan a la saga a otro nivel y vienen acompañados de un montón de misiones, coleccionables y objetivos secundarios que harán que queramos explorar cada rincón de la ciudad, que nos piquemos queriendo encontrar ese salto, esa ruta alternativa para arañar unos segundos al cronómetro y superar los marcadores de nuestros amigos o de completos desconocidos, metiéndonos de lleno en la piel de un auténtico «runner». Sin embargo, el juego tiene un par de pequeños fallos que lo alejan de ser un título prácticamente redondo. La campaña, pese a ofrecernos misiones y situaciones interesantes, no acaba de engancharnos a nivel argumental, y el sistema de combate, de uso prácticamente obligado, podría ser algo más fluido, por lo menos en PC.
Aún así, poniendo en la balanza lo bueno y lo malo, Mirror’s Edge Catalyst es un juego que merece la pena, tanto si os gusta la saga como si disfrutáis de los juegos de acción, plataformas o incluso puzles, ya que la mente tendrá que trabajar para encontrar cada parte de la ruta que mejor nos convenga en según que casos para ahorrarnos tiempo y encarar según que situaciones. Faith ha vuelto más fuerte, más libre y, en general, mejor, convirtiendo a este Catalyst en un buen reboot, y en un gran nuevo punto de partida para una saga que, puliendo un par de cosas en su siguiente entrega, tiene un futuro superlativo por delante. [80]
Ando terminando el juego y me he llevado una grata sorpresa. Ponían en todos los lados que era malísimo pero al menos recuerdo más de esta historia que la del juego original. Los coleccionables y cosas así me molan pero entiendo que haya gente que no le guste. Buen análisis!