Han tenido que pasar ocho años para saber algo más sobre Faith, la protagonista del primer Mirror’s Edge y que continua con una precuela (ojito estamos antes de la entrega original) en este nuevo Mirror’s Edge Catalyst, firmado por DICE para Electronic Arts.
¿Qué hemos podido observar en la beta cerrada? Bastantes cosas buenas y bastantes cosas malas. Como resumen general podría dejarlo así, pero esta beta me ha ayudado a saber más sobre lo que nos deparará el próximo 9 de junio, fecha de lanzamiento oficial del juego (sí, se ha retrasado de nuevo). Empezamos en una cárcel donde Faith acaba de cumplir su condena, y es liberada con la condición de que encuentre un trabajo decente en menos de dos semanas. A partir de ahí conoceremos a un tal Noah, que representa la figura del jefe, a Icarus, como nuestro compañero y a otros personajes como Birdman que se sitúan en los alrededores de Glass, la ciudad donde todos habitan.
Uo de mis primeros desengaños e comprobar que el mundo abierto del que nos han hablado no es así para nada. En más de una ocasión he necesitado hacer un buen rodeo para llegar a lugares que eran accesiblemente imposibles. Si fuera un sandbox como tal, nos dejaría acceder a todas las zonas sin tantos obstáculos. Sé que estamos ante una beta pero no puedo evitar tener la sensación que el mundo que se representa ante nosotros no es más que una versión remasterizada de lo ya visto en 2008.
En esta beta de Mirror’s Edge Catalyst he visto alguna cosita nueva como los coleccionables tales como microchips, partes electrónicas y documentos. También hay unas bolitas amarillentas situadas en posiciones que parecen inalcanzables y que solo desbloquearemos si conseguimos bordar los saltos o nos comemos la cabeza para poder acceder a ellas. En cuanto a las misiones, decir que lo hasta ahora presentado sigue la tónica conocida. Correr y hacer parkour por las distintas rutas para conseguir un objeto que se requiere o para hablar con un personaje. La dificultad ha sido alta, con momentos en los que he tenido que consultar algún vídeo para poder saber cómo se desactivaba aquel ventilador (que requería de la activación de una habilidad secundaria que en ningún momento se nos indica) o para saber dónde tenemos que ir.
Tenemos una visión Runner que nos marcará el camino pero tal como aparece muchas veces desaparece, dejándonos con una cara de primo que cualquiera diría. Por tanto, no le encuentro una gran utilidad teniendo en cuenta que con el marcaje en color rojo de algunos puntos clave es más que suficiente y sobre todo, más práctico.
La duración de la beta en general me parece hasta excesiva. Sabemos gran parte de la historia con sus ¿cuatro-cinco misiones principales? más todas las secundarias, lo que nos lleva a alrededor de una hora y media-dos horas de puro contenido que creo que debía haber sido un poco más corto. Sobre todo porque a partir de las dificultades encontradas para establecernos se hace algo cansino el estar continuamente buscando adonde tenemos que ir.
El mapa ha sido potenciado con algunas funciones que son resultonas, como la posibilidad de saber dónde están nuestros amigos. También dónde se sitúa la carrera del lugar (la cual tendrá los récords de los jugadores tal como pasaba con la entrega original) y que puede ser buen motivo para picarnos con nuestros amigos. Gráficamente también debemos decir que me ha decepcionado. Dado que no ha mejorado lo hasta entonces visto y además con problemas de rendimiento (en PS4 daba tirones que daba gusto) y con bajones de frames considerables, no puedo destacarlo como un apartado aceptable.
Mirror’s Edge Catalyst, a algo más de un mes para ser lanzada mundialmente, me deja con más mal sabor de boca que con ganas de más. La nostalgia nunca es buena compañera.