Estos días, Nintendo ha estado preparando una campaña promocional de su inminente Monster Hunter Tri por medio de la web estanllegando.es. Con noticias y vídeos que simulaban una invasión de las dos principales capitales por parte de los monstruos del juego, hacia el final de la semana se desveló la mecánica del concurso, aunque por intentar hacerlo más interesante mediante secretos, en mi opinión se ha acabado por confundir a los participantes.
Para empezar, solo se ha difundido a través de 5 medios: nosotros ni siquiera hemos recibido comunicación alguna sobre la promoción. Reconozco que esa semana estuve algo desconectado, pero si hubiéramos recibido algo para publicar la convocatoria seguro que me habría enterado tarde o temprano por las RSS, y no por un correo del Club Nintendo recibido el viernes a las 17, cuando la primera parte del tinglado ya había acabado.
Así que el sábado, enfrascado en plena finalización del texto de MH Tri que se publicó ayer, decidí pasarme para ver en qué consistía, hablar de ello por aquí, y si había suerte, llevarme algo.
Como he dicho, Nintendo (o quien sea que lo haya organizado) se ha pasado intentando mantener un halo de misterio sobre el tema: se desvelaban pistas sobre el sitio al que acudir (como coordenadas para Google Maps), pero no se indicaba absolutamente nada sobre la mecánica más allá de «imprime esta tarjeta».
Así ha pasado, que la gente llegaba al sitio correspondiente y apenas sabía qué tenía que hacer en general (no en cuanto a la prueba chorra que allí te ponían).
Los actores correspondientes allí ubicados tampoco daban mucha información aparte de pistas para encontrar el próximo lugar, y cuando llegabas al final de la campaña y te enterabas de que lo que se puntuaba es el tiempo total, pensabas en lo «majetes» que han sido al no indicártelo desde el principio, o retardar tu marca con sus actuaciones.
Salvando estas complicaciones, la campaña me ha resultado curiosa y atractiva, a pesar de haber tenido que montar un escándalo (como parte de las pruebas) en plena Plaza de Sol y en la estación de Atocha.
Breve resumen del circuito:
– Gritos «Soy un Monster Hunter» en todo el centro de Madrid, y carga contra el «osus arbustus» (el Oso y el Madroño). No es difícil imaginar las caras de los transeúntes.
– Más gritos en el GAME de Callao, esta vez recorriendo la tienda, primero en solitario, y luego haciendo la conga entre varios. Por ultimo, averiguar el nombre de un monstruo que sale en un vídeo promocional que se proyectaba en la tienda. Si no llega a ser por la pista (parecido al apellido de Mick Jagger), aun estamos esperando a que aparezca el bicho.
– De ahí al Jardin Botanico de la estación de Atocha, donde el día anterior tuvo lugar la misión especial que otorgaba una bonificación. Allí tuvimos que gritar lo más fuerte que pudiéramos (en la calle); jugar a lo de tirar de la cuerda cuyo nombre (si es que tiene) no recuerdo; vencer a un cazador en un pulso; y superar (es un decir, podías fallar todas y te lo daban por valido igualmente) un test de 7 preguntas sobre el juego, con la ayuda del dossier de prensa (que casualmente yo me había empollado los últimos días y esa misma mañana).
A pesar de no conocer cómo iba la cosa, tuve la suerte de coincidir con un par de participantes, de las que una ya había lo había hecho entero, y nos orientó. (¡Gracias de nuevo, chicas!) Los premios eran considerables, con un lote de pegatina, pendrive pequeñín de 2 GB (con materiales del juego), figura (gashapo para los entendidos) de uno de los monstruos tochos (son las que se regalan con las ediciones especiales del juego), y 2000 puntos Nintendo para los 50 primeros.
Para los 15 mejor clasificados (de los que quedé el 14) había también un cheque para GAME por 50 €, que usaré para hacerme con la edición limitada (al final picó a base de ir probando el juego -_-x); y para el primero (con un increíble tiempo de 11′ -el segundo estaba en los 17 o 19 minutos, si no me equivoco-), un gran lote compuesto por una Wii negra, la edición limitada del juego, y 250 € para gastar en GAME.
Así que, incluso con esos inconvenientes (al menos los actores y azafatas estaban mejor caracterizados e informados, respectivamente, que de costumbre), me salió a cuenta la carrera que me pegue por el centro de Madrid, gracias a la cual todavía estoy con agujetas.
Las fotos han sido cedidas por Jose de DsWii. ¡Gracias compi!