“Estos tíos están locos…”, es algo que decimos a menudo en occidente cuando nos referirnos a nuestros compatriotas asiáticos y sinceramente, bendita locura. Hoy quiero hablar de uno de los estudios más en forma del panorama asiático y que está contribuyendo a recuperar el brillo que antaño guardaba el sello “made in Japan”.
Platinum Games cumple 10 años y este es mi pequeño homenaje.
Antes de que encajaran las piezas de forma correcta allá por 2003, el denominado Team Viewtiful con Arsushi Inaba y Hideki Kamiya al frente terminó el primer Viewtiful Joe, un loquísimo beat’em up de scroll lateral, que se haría bastante conocido con entregas en PS2, GameCube, PSP y DS. Tras varias secuelas y aún dentro de Capcom en 2004 este pequeño grupo de irreductibles cansados de trabajar en las mismas franquicias y hartos de las ataduras que se les imponían, pidieron tener más libertad sobre sus producciones y con esa intención nació el estudio semiautónomo Clover Studio.
Su primera obra, publicada en 2006, fue God Hand, un beat’em up con mucho sentido del humor en el que podíamos interactuar con objetos del escenario, teníamos poderes especiales y hacia aparición algún que otro jefe final interesante. Tras es estilo más macarra de su primera obra llegó Okami, artísticamente autentica magia oriental pictórica y maravilloso a nivel jugable, una de las mejores obras de la generación. Con sus primeros juegos ya dejaban claros algunos elementos que hoy son santo y seña del estudio, pero pese a eso ninguno de los dos cumplió a nivel de ventas y con esos resultados en la mano Capcom decidió reubicar a los creadores en otros equipos y proyectos, pero ellos se negaron.
Kamiya, Inaba, un grupo de trabajadores y Shinji Mikami (tras el disgusto de saber que Resident Evil 4 se convertía en multiplataforma) en un acto de rebeldía sin precedentes, dejaron Capcom para formar una nueva empresa que siguiera la senda que ellos querían andar, así, en 2007 se formó Platinum Games, nacida de la rebeldía y el deseo de crear. El estudio se estrenó firmando un acuerdo con Sega, la compañía del erizo azul se comprometía a publicar cuatro títulos que Platinum tenía en desarrollo.
Mad World fue el primero de los juegos publicado por Sega, un exclusivo de Wii en blanco, negro y rojo, tan divertido como sangriento, ¿la premisa? Varrigan City, una ciudad tomada por unos terroristas que la han convertido en un reality show sangriento, cuanto más creativa y sangrienta sea la forma de matar a tu adversario más gustará al público y más puntos recibías. El segundo y el que se ha convertido en la obra más conocida del estudio fue Bayonetta. Uno de los mejores hack and slash que se atrevió a competir con titanes como God of War. Kamiya dirigió el que muchos consideraron en su momento como sucesor de Devil May Cry. Pero como es costumbre y pese a su indiscutible calidad, el juego no vendió lo esperado, Sega paralizó el desarrollo de la segunda entrega, que no vería la luz hasta años después en Wii U.
Infinite Space un ambicioso RPG espacial para DS, fue el tercer juego, rol y ciencia ficción en una obra que nos permite diseñar y controlar nuestra nave, todo sin perder la estética que define al estudio, pese a las limitaciones de hardware. El cuarto y ultimo juego fue Vanquish para PS3 y Xbox 360. Sam es un hombre provisto un traje cibernético que lucha contra terroristas, protagonizando un shooter en tercera persona con un sistema de coberturas similar al de Gears of Wars con el frenetismo por bandera.
Haciendo lo que les gusta y con la crítica a favor, en los pocos años de vida del estudio ya habían demostrado de que estaban hechos y que pretendían, “crear juegos japoneses para los que no son japoneses”. Esta filosofía y la calidad de sus obras lo convirtieron en la cenicienta, la princesa con la que todos querían bailar. Por esa razón cuando a Hideo Kojima se le atragantó Metal Gear Rising el proyecto fue cedido a este estudio, que nos brindó el que en mi opinión es uno de los mejores juegos de la pasada generación; no es un Metal Gear al uso, pero es un maravilloso ejemplo de lo que Platinum es capaz de hacer.
Tratándose de un estudio como este que centra sus esfuerzos en el juego individual, sorprendió la llegada de Anarchy Regins, un juego claramente enfocado al online de los que te deja callos en los dedos, pero del que a menudo nos olvidamos probablemente por la accidentada llegada que tuvo al mercado cuando su lanzamiento se vio postergado 6 meses sin justificación aparente. Pese a eso se trata de una gran titulo que ponía a platinum en el terreno online y en el que podías jugar con Jack el protagonista de Mad World e incluso con Bayonetta en una docena de modalidades con hasta 16 jugadores simultáneos, una locura de la que probablemente se hubiera hablado mucho más de no ser por su abrupta publicación.
Ya en esta generación de consolas el estudio nos ha ofrecido obras de gran calidad, curiosamente las dos mejores en exclusiva para Wii U, una consola que no ha terminado de cuajar entre el gran público, un poco como los juegos de Platinum Games. The Wonderful 101 y la esperada secuela de Bayonetta han dado razones para comprar la sobremesa de Nintendo. Otras obras como Transformers Devastation, pese a ser títulos más discretos no pierden ni un ápice de la intensidad y el estilo que los caracteriza.
¿El futuro del estudio, de momento pasa por el poco inspirado Star Fox Zero en el horizonte de 2016 en exclusiva para Wii U. La primera mala pero predecible noticia del año, Scalebound el exclusivo de Microsoft retrasado a 2017 y la colaboración con Square Enix para desarrollar la secuela de Nier, una licencia que parecía muerta debido a la poca trascendencia de la primera entrega.
En mi opinión, Platinum Games representa el ideal de cómo debería ser la Industria, en un momento donde se está poniendo en duda la continuidad de un sector que se está viendo abocado a malas prácticas y donde parece que entre los grandes la imaginación es un bien escaso, aparecen este tipo de equipos que portando la bandera de la rebeldía y la locura parecen sentir verdadero amor y pasión por lo que hacen y eso es algo de lo que eres plenamente consciente solo con jugar alguna de sus obras.
Platinum tiene algo, es innegable; probablemente esté ligado al género y las temáticas por las que se suelen mover. Son buenos y lo saben, han refinado su formula hasta el punto de reconocer una de sus obras solo con ponerte a los mandos y eso es algo que muy pocos han hecho. Felicidades, y gracias.