Recuerdo cuando vi el primer Uncharted en casa de un buen amigo en su pantalla HD. Menudos gráficos lucía eso en comparación con mi televisión de tubo, aunque he de decir que God of War ya se veía de por sí increíble en PS2. Pero cuando dimos el salto a Uncharted 2 la cosa cambió mucho. Para más inri, The Last of Us puso el listón por las nubes.
El caso es que Naughty Dog parece ser un equipo de mineros que no dejan de picar piedra, que cuando encuentran un material que aprece ser el mejor del lugar te dicen que esperes sentado, que no han llegado hasta el final. Supongo que ahora, cuando vea Uncharted 4 en casa a partir del 10 de mayo, pensaré que la consola doméstica de Sony está al límite, pero cuando es el propio Ricky Cambier, jefe de diseño de Naughty Dog, el que asegura en Dual Shockers que sacarán más partido a PS4 en el futuro tras el lanzamiento de Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, no hago sino entusiasmarme por lo que esté por llegar.
Cuando una compañía no deja de ir a más y demuestra que con un hardware cerrado se pueden hacer virguerías si se tiene el tiempo e interés suficiente, la confianza se da por sentada.
El propio Ricky Cambier asegura en su comentario que nos fijemos en la diferencia entre el primer Uncharted y The Last of Us. No sé yo si veremos un cambio tan sumamente grande, porque Uncharted 4 ya se ve espectacular, pero esto no pinta nada mal, ¿verdad? Queda un mes para el candidato máximo a GOTY 2016, si es que Dark Souls 3 se lo permite entre aquellos que ya están en tiendas.