Es posible que estemos a tan solo una semana de poder catar en nuestras PlayStation 4 el mejor juego de lo que llevamos de generación. He podido ver varias cosas de Uncharted 4 -ya sabéis, las filtraciones están a la orden del día-, y no he aguantado mucho viendo ese contenido para evitar spoilers, pero ha sido suficiente para hacerme plantear si esto es o no real.
En jerga videojueguil, podríamos plantear el hecho de que el estudio californiano se ha pasado los videojuegos. El efecto bola de nieve lo han conseguido muy pocas compañías a lo largo de la historia, logrando que todas las entregas de una saga sean mejores que la inmediatamente anterior. Ni siquiera siento eso con franquicias como Zelda o Mario, por muy bueno que sean Super Mario 3D World o Skyward Sword. Tampoco siento esto con Mass Effect ni lo hice con BioShock, pero con Uncharted parece que el tercer episodio solo fue un aviso.
Uncharted 2 es un antidepresivo para cuando nos planteemos si tomarnos o no un tiempo sin jugar por la causa que sea. El cuarto episodio de la saga no lo ha tenido fácil, su guionista Amy Henning se marchó y tuvieron que tirar por la borda más de ocho meses de trabajo a nivel argumental, pero parece que no vamos a tener precisamente una mala historia.
Si consiguen que Uncharted 4 me guste más que Uncharted 2, creo que se habrán ganado toda mi consideración como auténticos cracks en esto del ocio electrónico, porque ese segundo episodio todavía queda en mi retina como una de las experiencias más espectaculares que he vivido nunca con el mando entre manos.
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