El Parche 2.6.0 de Diablo III (2012, Blizzard) llegará de la mano de “El Despertar del Nigromante”, que incluirá tanto la nueva clase como algunos extras. En la BlizzCON 2016 se anunció que la mítica clase del Diablo II, que alzaba a los muertos, llegaría en algún momento de 2017 a la tercera entrega de la saga.
Diablo III ha cambiado muchísimo desde su fatídico lanzamiento, que es recordado por muchos por sus problemas de conexión o por una mala decisión respecto a una casa de subastas que permitía el uso de dinero real. Tras Reaper of Souls y distintos parches, el juego se tornó mucho más arcade y centrado en matar monstruos una y otra vez.
La inclusión del Modo Aventura o del Sistema de Leyenda son claros ejemplos de ello. Uno permitiéndote realizar misiones concretas a cambio de recompensas de forma muy rápida, y otro dándote la posibilidad de subir niveles de forma indefinida a cambio de recompensas simbólicas, como ligeros aumentos de estadísticas o un borde de retrato más imponente.
La rejugabilidad del Mito
Aunque quizá el mayor añadido que alarga a día de hoy fue el sistema de temporadas, que te permite crear un personaje totalmente desde 0, como si acabases de comprar el juego, y lanzarte a competir por llegar lo más lejos posible en una clasificación. Este sistema, que ya alcanza su décima temporada, ofrece objetos legendarios y algún cosmético como recompensas. Pero el juego hace tiempo que dejo de tener grandes novedades, quitando claro está al lanzamiento de una versión actualizada del Diablo original a modo de celebración de aniversario.
Toda la expectación por una nueva expansión en la BlizzCON del año pasado que continuase las aventuras de los nephalem por el mundo de Santuario se desvanecieron al termino de las conferencias. Quizá tampoco tendría mucho sentido expandir la historia en un juego cuyas cotas de poder están ya a años luz del enfrentamiento con el último jefe de Reaper of Souls. Aun así, hubiera estado bien.
Make Diablo III great again
Como sea, hoy salían a la luz las introducciones tanto para el como la Nigromante, y las ganas de jugar con ellos son más grandes que nunca. Pero no hay ningún incentivo más allá de jugar con una clase nueva para volver al juego. Será hacer lo mismo de siempre, pero con distintas habilidades y hechizos. Esa es el alma de Diablo, claro que sí, pero no dejo de pensar que es un poco artificial que llegue de este modo la nueva clase, sin tener ningún nuevo peligro al que hacerle frente para el que requiramos su ayuda.
Es difícil predecir qué planes tiene Blizzard para con este juego de cara al futuro. Tras Reaper of Souls las actualizaciones que ha recibido el juego han sido limitadas, y pese a que las temporadas siempre son un incentivo para volver o algunos añadidos como nuevas zonas o misiones parece que el juego está dejado a su suerte. Sobre todo, viendo las actualizaciones recientes de Overwatch o Heroes of the Storm en sus respectivos aniversarios.
No merece la pena llorar ya por Diablo III, vendió lo que tenía que vender (que no es poco) y parece que ya ha librado las guerras que tenía que librar. Seguirá recibiendo pequeñas actualizaciones y nuevas temporadas, y volveré a jugar por que llegará el Nigromante. Pero no volveré a amar la saga Diablo, al menos hasta que vea el IV al lado de su nombre.
Diablo III es inmortal.
Jugaba poco con él… lo justo para sacar las recompensas de cada temporada y dejarlo aparcado hasta la siguiente; pero ahora que no tengo pc echo de menos echar alguna partida suelta para ver si consigo el diseño para ir al mundo arcoiris (sí, he ido infinidad de veces a por Izual pero nunca cae) y sobretodo hincarle el diente al nigromante.