Impresiones: NIOH, UN TRIBUTO MARAVILLOSO A DARK SOULS

Lejos quedan los tiempos del brutal Ninja Gaiden en Xbox, con el que Tomonobu Itagaki, el creador con look de rockstar, elevó a lo más alto a su Team Ninja.

NiOh, el Dark Souls de Team Ninja

La Tecmo post Itagaki

Yo soy de los que pensó que el estudio de Tecmo pagaría el precio de la salida del carismático diseñador, pero las cosas no parecen irle espectacularmente bien en Valhalla Game Studios.

Devil’s Third no fue el puñetazo sobre la mesa que muchos deseábamos, y el futuro no promete demasiadas alegrías. Si la comunicación sirve de algo, su blog es un solar que casi compite con AKB con el ritmo de actualizaciones, y no hay señales de un próximo proyecto.

En cambio, aquí estoy hablando de Team Ninja, del equipo huérfano del líder. Y con una sonrisa en los labios. Qué gozada de juego es NiOh. Sí, sabe a Dark Souls y a Bloodborne, al menos a un nivel básico, pero contiene las suficientes diferencias, propias de la interpretación de la fórmula por una compañía diferente, como para saber a regalo de Navidad a los fans de las creaciones de From Software. Es como una de esas versiones molonas de grandes clásicos que te sorprenden por lo fresca que hacen sonar una canción que casi ya tenías gastada de tanto escuchar.

Un tributo con cosas que decir

Quizá el principal aporte de Team Ninja a la fórmula patentada Dark Souls sea el sistema de combate, depurado, con muchas posibilidades y recorrido para que el jugador mejore, pero que a la vez tiene un regusto arcade que edulcora la experiencia. Con esto no quiero decir que sea un juego sencillo, porque no lo es. Cualquier enemigo te puede enviar fácilmente al otro barrio a poco que bajes la guardia – literalmente – y los Jefes Finales te harán replantearte si realmente quieres avanzar en el juego o, por el contrario, prefieres estampar el mando contra tu televisión.

NiOh es un reto, pero un reto agradecido. No paras de recoger nuevo loot en cada esquina, en una fórmula que a mi personalmente me ha hecho evocar a Diablo 3, generándose un mono de seguir jugando para encontrar una armadura más molona o un arma aún más poderosa. Te sentirás tentado de dejar de lado a las habilidades de combate a favor de potenciar la «Suerte» a la hora de recolectar equipamiento cada vez más raro.

la verdad a la historia ni le presto atención aquí. Todo lo relacionado con el lore no creo que tenga mucho que decir, pero jugablemente es un monstruo.

Un gran juego

Nioh engancha terriblemente, y más si te pilla con la guardia baja como a mi. Si eres fan de From Software no te lo puedes perder. Y si no lo eres pero te gusta la acción, los retos y el ir mejorando a tu personaje cada minuto, al menos dale una oportunidad. Kudos a Team Ninja, que ha jugado muy bien su carta de «Juego Tributo».

  1. Muy de acuerdo con todo, menos con el tema loot, prefiero la formula de Dark Souls de darte un arma única que puedes mejorar a tener 7 versiones del mismo arma/peto/guantes, etc..

  2. Pues no puedo estar mas de acuerdo. El juego me está encantando y le veo un futuro muy bueno. La historia quizás es un poco… meh, pero por lo demás es un juego excelente.
    A mi el loteo rollo diablo me chifla, y es super farmeable para sacar amrita y se puede fusionar así que bueno, da mucho juego la verdad.

  3. Apenas probé la beta, ya que me puso nervioso un primer contacto tan frío, en un tutorial totalmente descontextualizado, aunque eso no fue realmente lo que me hizo abandonarla pronto. Vengo de los Souls y mi error fue querer jugarlo como tal. Lo subestimé. No me vi venir la tremenda enganchada enfermiza que tendría días después.

    Hoy me rindo ante él. Nioh es pura esencia de videojuego. Un control alucinante con unos combates tácticos pero que al mismo tiempo pueden ser frenéticos, instintivos y viscerales.

    Lo que comentáis del loot es tal cual. Puro vicio que te hace seguir buscando la combinación perfecta entre un look molón, agilidad y buena defensa al tiempo que te dices: venga, 5 minutos más a ver si subo la familiaridad de esta uchigatana y… cuando te quieres dar cuenta estás abriendo un atajo y tienes un nuevo boss a tiro.

    En fin, un locurón de juego. Lo odio y lo amo muy mucho.

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