Ayer comenzó la fase alfa de Nioh, un nuevo título inspirado claramente en Dark Souls que, en esta ocasión, está siendo desarrollado, ni más ni menos, que por el Team Ninja, unos chavales que, de dificultad, entienden bastante.
Sin dudarlo, y como buen amante de la dificultad y de los retos, decidí armarme de valor y paciencia y enfrentarme a esta nueva aventura que nos llevará a un Japón feudal, combinando fantasía con armaduras samuráis y bastante mitología nipona, en una ambientación muy bien lograda que, de paso, resulta ser una de mis favoritas para un videojuego (y también para el Team Ninja).
Pese a que en un principio el juego os pueda parecer un Souls más, lo cierto es que TN le da un par de pinceladas que supondrán cambios bastante significativos a nivel jugable. El primero de ellos, y seguramente el primero por el que moriréis a manos del enemigo a los pocos segundos de iniciar la partida, es el de la diferencia en la reacción del personaje cuando se acaba nuestra barra de resistencia. En Souls vemos como a nuestro personaje le cuesta más moverse, pero aun así tenemos tiempo de reaccionar. Sin embargo, en Nioh nuestro personaje quedará completamente paralizado, rendido, sin poder hacer movimiento alguno durante un par de segundos que supondrán nuestra muerte inmediata si tenemos algún enemigo cerca.
Otra de las grandes diferencias es la gran variedad de estilos que tendremos a nuestra disposición a la hora de manejar el diferente plantel de armas del juego. Con “R1+ el botón que toque” podremos alternar entre varios métodos de lucha con sus propias particularidades, uno es más rápido, pero hace menos daño, otro es más lento, pero también mortal o un término medio que puede venirnos bien para según qué combates, por lo que casi lo primero que tendremos que hacer es ir probando y muriendo una y otra vez hasta adaptarnos a cada uno de ellos y decidir con cual estamos más cómodo en cada situación. También hay que mencionar los diferentes espíritus guardianes, cada uno con sus propias cualidades para echarnos una manos en nuestros combates más importantes.
Nos encontraremos también con escenarios más abiertos que en Dark Souls o Lords of the Fallen, en los que podremos tomar bastantes rutas alternativas para intentar evitar enemigos, pero que también le ofrecerán a estos una amplia posibilidad de recovecos para esconderse y para emboscarnos, sufriendo en nuestras carnes el dolor de no haber sido más precavidos a la hora de avanzar por ciertos lugares del escenario.
En cuanto a la dificultad, esto es una alfa, pero creo que Nioh es más injusto que la saga Souls o que Fallen. A lo largo de nuestro camino no es que se penalicen nuestros fallos, sino que en esta demo se da ventaja, en según qué situaciones. Algo que me ha gustado muy poco es que, cuando logramos derribar al enemigo, este se levante al segundo como un resorte, sin darnos la posibilidad de infligirle más dolor, más castigo que nos dé un poco de ventaja de cara al siguiente combate, amén de que también he notado como tiende a recuperarse más fácilmente ante el gasto de energía tras realizar ciertos movimientos. Creo que es algo que Team Ninja debe ajustar de cara a la versión final del juego, que puede llegar a desesperar más que su pariente a nivel jugable por aspectos como los que he comentado antes.
Aun así, a pesar del dolor, a pesar de lo injusto que resulta a veces, Nioh tiene esa esencia “Souls” que hace que te enganches a su dificultad, que comiences a adorar el dolor a la par que odias lo injusto que es el juego, y que te enfrenta a un cruce de sentimientos y sensaciones que hacen que permanezcas sentado frente a la pantalla. Es cierto que puede que sea un tanto injusto, y que también debe mejorar un poco en el control de nuestro personaje (quizás la distribución de botones podría ser más acertada), pero Nioh tiene una esencia que engancha y varios elementos que pueden hacer que sea una gran evolución de Souls. Los diferentes tipos de manejo en las armas, una gestión más inteligente de nuestra resistencia, un mejor sistema de looting (por lo menos en esta demo nos hemos encontrado con equipo bastante variado) y escenarios con más grandes, con más alternativas y escondrijos hacen que tenga muchas ganas de ver lo que Team Ninja es capaz de hacer con este título. Yo, desde luego, tengo ganas de enfundarme mis viejas piezas de samurái, de afilar mi katana y mi wakizashi y de comenzar a sufrir con su versión final, esperando alcanzar el honor de un guerrero, falleciendo una y otra vez en el intento.