Suelo ser muy optimista y odio el vinagre no solo porque me sienta bastante mal en el estómago, pero con The Last of Us 2 siempre me he sentido muy reticente. Cuando lo terminé lo sentí como uno de esos libros que no tienen mantendrán continuación por mucho que sus autores dejen un final cerrado pero con ciertos agujeros. Naughty Dog está en ese nivel.
Con Uncharted 4 Naughty Dog ha demostrado que hay estudios un paso por delante del resto en la actualidad. No voy a comentar hoy todas las cosas que hace bien este final de Drake tal como conocemos la saga Uncharted, sino de lo poco que me gustaría ver The Last of Us 2, al menos ahora. No han pasado más que tres años desde ese momentazo. El título es considerado junto a GTA V como el mejor de su generación; no voy a entrar en spoilers, pero ese final me gustó como es. Vale que podrían hacer más episodios en el futuro apostando por hacer un salto temporal y… bueno, ya sabéis esas referencias que se han visto en Uncharted 4 -las cuales no creo que lleven a ningún sitio, todo sea dicho-.
Adonde quiero llegar es que no creo que vayamos a ver The Last of Us 2 en el E3 por mucho que ahora se acerque la feria y nuestros deseos empiecen a comportarse como el aceite y de paso nos nublen la vista. Ni vamos a ver Half Life 3 ni creo que Sony se vaya a lanzar a enseñarnos un nuevo Crash -esto me encantaría, por qué no decirlo-. Tampoco la continuación de las aventuras de Joel y Ellie.
Confío y deseo que lo próximo del estudio angelino sea una nueva IP. Siempre han apostado por nuevas licencias cuando llegaban a una nueva plataforma, solo que esta vez tenían una tarea pendiente con Nate. Ahora, antes de desarrollar un impuesto por Sony The Last of Us 2, me gustaría ver un nuevo producto. La secuelitis encaja más al final de la generación, cuando salga The Last of Us Remastered 4K Neo, y quizá ahí sí veamos TLoU2. Mientras tanto, por favor, dejemos respirar a estos genios.