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Noche de karaoke

«¿Algún voluntario?» dijo el otro día el jefe cuando recibimos la invitación para asistir al Hard Rock Café de Madrid para cantar con Singstar y celebrar así la nueva selección de canciones que han lanzado de la televisiva Glee para el juego. No sin reticencias, y tras aclarar mi voz suprema de barítono durante 3 días, comiendo claras de huevo y haciendo gárgaras cada hora y 47 minutos de mi vida, le dije que iba. Total… ¡Es un planazo!…  Ir a un bar-restaurante de comida rápida pijo, mientras escuchas a aspirantes a triunfitos jugando al karaoke con una tracklist de una serie musical de televisión. ¿Quien puede resistirse?


Y allí me presenté. Pocas semanas después de que se venda la franquicia de Rock Band, el mismo día que Activision finiquita Guitar Hero, nos ponemos a darle cancha a un juego musical. Es lo que llevaba en mente cuando entré en el bar. La entrada era libre para quien quisiera acercarse al sitio y así pasarlo en grande. Además se sorteaban varios juegos de la franquicia, cenas en el local, una PS3 para el que mejor lo hiciera durante la noche (¡cantar digo!) y la posibilidad de pasar a la final de mayo, donde se compite por un viaje a Dublín para ver en directo el show de Glee.

Nada más entrar, dos bonitas chicas me dieron unas chapas del juego, y un par de formularios a rellenar, uno de ellos para el concursar durante la noche. De la lista de canciones que estaba en los mostradores de la barra y en las paredes colgada, podías elegir una canción y si la ibas a interpretar en solitario o con alguien. No podías repetir canción, pero si podías hacer una en solitario y otra en pareja o grupo. Además, también se premiaba a la mejor performance, por lo que habían llenado el escenario de boas, sombreros, pelucas y demás atuendos que siempre echamos de menos cuando estamos en casa con los amigos con este juego.

La parte del local habilitada ya estaba llena cuando llegué y eso que fui puntual. Me puse en un rincón entre la barra, el escenario y la entrada a los servicios y pedí un refresco. A que te cobren 4 pavos en Madrid por una Coca Cola, uno ya está acostumbrado. A que te la den aguada no. En cuanto acabé de tomarla, comenzó el sarao.

La verdad que sigo considerando que para jugar a este juego, o tienes mucha jeta, o cantas muy bien, o vas con alguien a pachas o tienes que estar muy borracho. Y ninguna de las estas condiciones se cumplían esa noche para mi. Y es que me lo dijo hasta nuestro contacto: «Tenías que haber venido con alguien».  Ok, epic fail.

Así que me dediqué a ver como la gente se lo pasaba bien, como los relaciones públicas andaban agobiados apuntando y ordenando gente, pasando a través de ella para darle los papeles al presentador como si fueran camareros en un garito a las 3 de la mañana y como to’ kiski se lo pasaba en grande emulando a Britney Spears, Bon Jovi o Madonna. Hubo gente que le echó muchas ganas, otros que cantaban muy bien y como siempre, los más divertidos aprovechando los atuendos del escenario. Y es que pese a todo, si estás con gente conocida, estos juegos siempre hacen que te lo pases bien.

Poco más se puede comentar de un evento como este. ¡Ah, la vida del corresponsal de videojuegos, tan envidiada! … ¡Te odio Kristian!

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