Con 5 añitos a sus espaldas y habiendo cubierto 2 E3, 2 X0, 2 Finales de la PES Liga y 1 Games Convention, mi Dell querido del alma ha dicho hasta aquí hemos llegado. Como no puede hablar, no ha encontrado otra forma de hacérmelo saber que con unas cuantas chispas y un poco de humo. No demasiado porque, acorde con su limitada potencia, siempre ha sido muy discreto, pero también servicial. No me ha dejado tirado nunca,y aunque nunca fue el más rápido, ni el más pequeño ni el menos pesado, el Mozilla, el Notepad y los DiVX siempre han corrido de lujo en su pantalla.
Es curioso lo que se puede llegar a sentir por algo que, inanimado como es un ordenador, ha estado ahí tanto tiempo y has utilizado tanto. Sé que no siente, que no ha estado vivo nunca, que él no me va a echar de menos, pero aunque he pensado millones de veces en serle infiel, nunca me había decidido, hasta que él ha tomado la decisión por los dos. Desde estas lineas le rindo mi pequeño homenaje a un portátil que hace tan sólo una semana cumplió su último servicio, tan eficientemente como siempre, en tierras germanas. Fue su canto del cisne, retirándose como los grandes. Si Zidane lo hizo en la final del mundial, mi portátil hizo lo propio en la Games Convention. ¿Y ahora qué? Pues gracias a mi novia, en un par de semanas esta preciosidad ocupará su lugar.