En la Universidad Simon Fraser se han dado cuenta que los tratamientos con medicamentos no resultan tan eficaces para combatir los dolores crónicos como viciarse jugar a los videojuegos. Según declara la doctora Diane Gromala, «Experimentos controlados demuestran que los pacientes distraidos en mundos virtuales envolventes declaran sufrir menos dolor que los que siguen un tratamiento basado en la ingestión de medicinas para la terapia del dolor crónico». Lo dirá con fundamento, porque ella misma padece dolor crónico…