Pokémon GO (Niantec Inc, 2016) es ya uno de los lanzamientos con más éxito de la historia de los videojuegos. Todos los días encontramos imágenes y noticias relacionadas con el uso masivo del juego. La última quedada en Madrid para cazar Pokémon reunió a más de 3.000 personas.
El peligro del éxito de Pokémon GO
Este éxito tan rotundo y tremendo está levantando otra serie de opiniones y críticas que alertan sobre el propio juego situando el acento en ideas como control, manipulación, intromisión en la vida privada e incluso atentados contra la moral pública.
The New York Times titulaba un artículo publicado el 20 de julio de 2016 “Naciones del mundo hacen frente a la amenaza Pokémon”. Más allá de la posible socarronería del titular e ironía del autor del mismo el cuerpo del artículo encierra una serie de ideas realmente interesantes.
Religión y Videojuegos
En Arabia Saudí, nos cuenta el artículo, han renovado una fatua contra Pokémon situándolo como no haram, es decir, prohibido por provocar el desvío del creyente hacia pasatiempos en lugar de centrar sus tareas cotidianas en intentar ser un mejor musulmán. No olvidemos que Arabia Saudí, y el mismo clérigo que ha prohibido Pokémon, también intentó ilegalizar el ajedrez y cualquier tipo de manifestación cultural alejada de la religión islámica.
En Bosnia también han advertido del uso del videojuego al haber estallado ya algunas minas por culpa de ansiosos aventureros que se adentraban en campos de minas para cazar Pokémon. Y en el caso de países con un nivel democrático ligero, como Egipto y Rusia, las advertencias han corrido por otros caminos y han situado la prohibición en el uso de la aplicación para compartir fotografías y artículos contrarios a los gobiernos y advirtiendo de que el uso del juego sin identificación puede causar problemas irreversibles.
Pokémon GO y el control gubernamental
Todas estas prohibiciones y advertencias recorren la misma idea, bordeándola y cruzándola por diferentes sendas: el control de la población por parte del gobierno. En Arabia Saudí no quieren atentar contra la religión porque es uno de los pilares de la dinastía de Saud en el país, los clérigos y la fe wahabí.
En Rusia y Egipto encontramos el mismo apunte, con regímenes a un paso de convertirse en autoritarios controlar a la población es un aspecto clave dentro de su ideario, como así lo cuentan las diferentes acciones que han llevado a cabo estos países durante estos años, como encarcelamiento de periodistas, ejecuciones sumarias, decisiones unilaterales y de espaldas a la escena internacional, etc.
¿Juego o app para espiarnos?
Curiosamente, en los países occidentales, la crítica se ha situado precisamente en este punto, el control de la población, pero no entendiendo Pokémon GO como una herramienta que ofrece libertad y evasión al consumidor del producto, sino todo lo contrario, como un arma de control en sí misma. En la revista ROAR publicaban un artículo el 24 de julio de 2016 titulado “Los lemmings de Google: «Pokémon va donde Silicon Valley dice» y resumido como “Pokémon va donde Google dice”.
Esta es una de las críticas y amenazas más importantes para nuestra sociedad que pueden desprenderse de la aplicación de Niantic Inc y Google, realmente Nintendo tuvo poco que ver con el desarrollo del juego.
Spyware aceptado
Existe un miedo real sobre este punto que se resume de manera muy fácil, colocar Pokémon o poképaradas en lugares clave, como por ejemplo ha ocurrido en Japón, donde estas últimas se sitúan en los McDonald´s. En resumidas cuentas, Pokémon GO puede modificar nuestra conducta y nuestro comportamiento así como nuestras interacciones con el medio obligándonos a acudir a centros de consumo, o cualquier otro sitio, para cazar ese Pokémon que tanto ansiamos o para poder renovar nuestro equipo.
Esta modificación de nuestro comportamiento y esta posible guía para el buen ciudadano en la que puede convertirse Pokémon GO es el objeto de la mayor crítica de todas las que ha recibido el juego, la de Oliver Stone. Stone califica al juego como totalitario y lo describe como una herramienta de recogida de información y modificación de la conducta inaudita, “un nuevo nivel de invasión”.
Oliver Stone y la conspiración de Pokémon GO
El director de cine no duda en relacionar dos conceptos sencillos, Google vende información y Pokémon GO es una herramienta de recogida de información terriblemente útil, porque esta puede decirle a Google dónde ha ido cada uno a lo largo del día, cuál es su rutina, cuando son sus ratos libres, etc. Todos estos datos sumamente importantes y atractivos para las empresas proveedoras de servicios y productos de consumo. Stone denomina a esta relación “Capitalismo de vigilancia”. También hay que tener en cuenta que estas declaraciones las realizó el director estadounidense durante la promoción de su última película, una biografía sobre la vida de Edward Snowden.
Aunque todas estas ideas puedan parecernos dignas de una película de espías o ciencia ficción distópica algunas de ellas tienen cierto sentido. Por ejemplo, imaginad que la concentración de Pokémon GO que se realizó en Madrid en lugar de realizarse en la Puerta del Sol se hubiera realizado en un centro comercial ¿acaso no hubiera ayudado al consumo de las tiendas de este centro? ¿Acaso no ha pagado McDonald´s para que las poképaradas se sitúen en sus restaurantes en Japón? Esta acción no es un hecho insólito ni separado de un contexto, probablemente otras grandes empresas sigan el mismo camino y comiencen a invertir en establecer centros de reunión del juego en sus centros. Simplemente este éxito tan rotundo nos ha cogido a todos desprevenidos.