En un mercado en el que los gadgets, periféricos y consolas cuestan un ojo de la cara, casi no deberían extrañar los 200€ que, según parece, costarán los mandos Oculus Touch, un par de complementos que permite que el jugador pueda interactuar con el mundo virtual utilizando sus manos de forma independiente.
La VR no es para todos los bolsillos
El problema es que estos 200€ se vienen a sumar a los 600 que cuestan las gafas, lo que hace que la cosa se dispare hasta unos considerables 800€. Esta cantidad, por seguir haciendo cálculos rápido y, seguramente, mal, se puede duplicar si tenemos en cuenta el coste del ordenador, en el caso de que debamos actualizarnos para saltar a la VR.
Sí, seguro que no estoy descubriéndote nada, pero asumir que la venerada Realidad Virtual, Oculus Rift mediante, tiene un precio aproximado en PC de 1600€ hace que los algo más de 800€ por los que sale la PS4 Pro y las gafas PS VR, limitaciones gráficas aparte, me parezcan muy tentadoras. Y es una lástima, porque Oculus puede considerarse la revitalizadora de la fiebre por la VR, y saltar a la Realidad Virtual con la actual compañía del legendario Jonh Carmack tiene su mística. Aunque el jefe sea, aparentemente, simpatizante de un tal Trump.
¿Y HTC Vive? Eso sí que es otra liga.