Han hecho falta varias generaciones de consolas para que estas se apunten a lo que es el pan de cada día del gaming en PC: las versiones drásticamente mejoradas de hardware.
Nuevas reglas de juego en las consolas
El fragmentar una generación como la presente, sobre el papel, solo le convenía a Sony, pero Microsoft no ha querido romper la baraja Xbox One y ha confirmado, por activa y por pasiva, que Scorpio será su particular PS4 Pro. Es decir, una máquina que no tendrá juegos propios – a excepción de los VR – pero que nace para llevar los de Xbox One al extremo gráfico.
Yo, como consumidor, lo reconozco, estaba dividido. No sabía cómo encajar esta fórmula orientada a los consumidores que buscan la máxima calidad en los gráficos, aunque la diferencia con el producto «normal» no suponga un salto generacional. Pero ahora le veo un valor. Es más, estoy encantado de que Microsoft haya seguido los pasos de Sony y nos «regale» en breve una nueva consola. Sí, Project Scorpio me llama, aunque tengo claro que las razones de Microsoft para replicar la jugada de los de PlayStation son complejas y no se centran en contentar a la comunidad de jugadores.
Un mercado heterogéneo
La discusión de si la Industria Nintendo Switch o Project Scorpio me parece fascinante, sin duda,, pero en mi opinión no tiene una respuesta clara. Creo que los dos sistemas aportan cosas muy diferentes a la Industria y eso la enriquece. La consola de Microsoft existe porque está obligada a jugar la misma liga que Sony, con el handicap que tiene que remontar. No creo que Microsoft piense en conseguirlo, sino en no descolgarse demasiado para poder atacar en la próxima generación.
Actualmente, según VGChartz, PS4 lleva más de 55 millones de consolas vendidas. Xbox One lleva algo más de la mitad, 29 millones. Es decir, que PlayStation dobla en cuota de mercado a la máquina de Microsoft. Tirar la toalla, en cualquier caso, significaría algo más que renunciar a esta generación.
Y es que Microsoft y su división Xbox saben que no pueden simplemente desaparecer del mapa y reaparecer en unos meses/años para presentar una nueva consola. Dificilmente la comunidad Xboxer perdonaría a Microsoft que les abandonaran a estas alturas de la generación. La Guerra de las Consolas es una carrera de fondo – a no ser que te dispares al pie con un anuncio como el de Always Online – y Microsoft lo sabe. Por ello tienen que seguir al Líder, que es Sony, si no quieren que el tren se les escape aún más. Aunque suponga renunciar a la que – parece – es su auténtica finalidad: vender Sistemas Operativos. Solo así entiendo que en Windows 10 saquen los escasos exclusivos de Xbox One, desvirtuándose en cierta manera el hecho de comprar la consola.
Cambios buenos para la Industria
Si PS4 Pro me pareció una maniobra magistral para conseguir que al menos una parte de los poseedores de PS4 se plantearan volver a pasar por caja para conseguir una versión actualizada de la consola de sus amores, Project Scorpio es una operación mucho más compleja. A nivel superficial debería ser el reclamo no solo para los que ya tienen una Xbox One y quieren llevar su catálogo a un nuevo nivel, o una tentación para los que no se han acercado hasta el momento a la consola de Microsoft. Pero, en el fondo, es un peaje obligatorio por el que tiene que pasar Xbox si quiere seguir saliendo en la foto.
Algun@ podría pensar que mejor haría Microsoft en invertir los recursos de I+D en crear nuevas IPs con las que combatir el incesante goteo chorreo de exclusivos como NieR, Nioh o The Last Guardian que inundan ya el catálogo de PS4. Yo mismo soy de esa opinión, pero quién sabe, quizá MS se esté guardando algunos ases bajo la manga para acompañar el lanzamiento de Project Scorpio. Ojalá, porque sino difícilmente Xbox va a mejorar nada con Project Scorpio. Aunque viendo cómo le fue el tener más y mejores exclusivos a principios de generación, quizá MS no tenga claro que los juegos le vayan a servir para cambiar el juego.