Menudos son los chinos cuando se ponen. Yo me imagino la historia de este clon del robot Optimus Prime, icono de Transformers, de más de 12 metros de altura y 6 toneladas de peso, como la de un chaval de un pueblo de las afueras de Beijing al que de niño no le dejaron ver ni Robocop ni Cortocircuito y que mientras veía los carteles de los cines soñaba con que de mayor construiría el robot más grande del mundo. Y por sus huevos que lo hizo. Aunque si me dan a elegir, me quedo con la de estatua de Gundam y, sobre todo, con la estatua de Mazinger Z de Tarragona.
Fuente | CNET