Impresiones: Parappa the Rapper, la tele HD mató a la estrella del Rap

PaRappa The Rapper (1996, NaNa On-Sha/Sony), el mítico juego musical lanzado originalmente para PSX, regresa remasterizado con un lavado de cara muy importante. Por desgracia, la revisión no es completa y la remasterización gráfica a 4K afecta únicamente a las escenas interactivas.

Estética y música top, jugabilidad de pesadilla

Un juego mítico

El resto permanece, aparentemente, con la resolución original, además de presentarse en pantalla con marco. Si no jugaste a PaRappa en su momento (como es mi caso, sin ir más lejos) Específicamente, es una aventura musical en la que avanzaremos a base de ir superando retos, que consisten en rapear en canciones de varios de los habitantes del mundo de PaRappa. La gracia del tema, incluso hoy en día, más allá de la simpatía de la IP y de sus visuales tan cool – que siguen molando en la actualidad – es la tremendísima banda sonora. Un compendio de canciones raperas tan cachondas como pegadizas interpretadas por personajes tan carismáticos como cachondos. Lástima de la jugabilidad. Con un poco de perspectiva es fácil ver por qué PaRappa pegó fuerte en PSX: era un perfecto abanderado de las posibilidades multimedia de la mítica máquina de Sony, además de ser el precursor de todo un género.

Una remasterización 4K con problemas

Las canciones se interpretan a través de una sucesión de movimientos ejecutados por la máquina y que nosotros, como jugador, deberemos seguir, ya sea repitiendo los movimientos de pantalla o improvisando. El jugador que controle el tema – a mi no me mires – tendrá, así, la posibilidad de rapear (con los botones) a su bola, sin ni siquiera respetar el guión que aparece en pantalla. El resto, sin embargo, se encontrará, posiblemente, muy perdido.

En mi caso me he encontrado, tras haber superado unas pocas canciones, en temas en los que me he sentido incapaz de avanzar, incapaz ni de improvisar ni de seguir las indicaciones de pantalla. En Polygon se hicieron eco de que el timing parece que está roto. Por desgracia, les doy la razón.

No sé si será porque la adaptación, aparentemente, no ha tenido en cuenta el refresco de las teles HD, pero seguir el guión de botones de pantalla muchas veces no sirve de nada. Y es que la pulsación de las teclas correcta no parece funcionar. Nada que ver con experiencias musicales como Rockband o Guitar Hero: aquí la frustración está a la orden del día.

La CPU, claro evaluará nuestra actuación en todo momento, y podrá decidir que ya hemos agredido demasiado a los homies del barrio con nuestra incapacidad de mantener el flow echándonos de la partida, a pesar de que quizá el problema no sea nuestro sino del juego en si. Cuando nos echen de la partida lo peor será no poder avanzar para poder seguir disfrutando del resto de pegadizas canciones. Lo mejor, ahorrarte el suplicio de tener que jugar los siguientes niveles, aunque lo cierto es que el número de estos es reducidísimo, un problema de base.

Un viaje en el tiempo

Si recuerdas con nostalgia a PaRappa the Rapper quizá quieras darle una oportunidad, por los viejos tiempos. La limpieza de cutis le queda de cine, a pesar de que sea poco menos que injugable. Si te lo perdiste en su momento y únicamente tienes curiosidad, quizá sea suficiente con ver algunos vídeos en Youtube Gaming para saciarla. Si el objetivo de Sony era rejuvenecer el clásico para las nuevas generaciones, esta remasterización se queda, como mucho, a medio camino. Más que ponerlo a 4K deberían haberlo adecentado jugablemente.