Veo que en las últimas épocas se está dando lugar a una lucha entre los jugadores que son buenos por habilidad y los jugadores que son buenos porque pagan. En ciertos juegos, sobre todo shooters, no es el que mejor juega el mejor “jugador” sino el que más dinero ha invertido en ello.
Pagar para ser mejor que los demás
No solo se mejora y se da ventaja al que paga sino que se le recompensa con diversas habilidades que hacen de la experiencia mucho más llevadera. Es algo muy intrínseco con los juegos de tablets, donde el micropago es el rey del recurso narrativo. “Sálvame por solo 4,99 euros”, dando lugar a compras impulsivas y que en la mayoría de los casos, pueden incluso no servir para nada.
Por suerte, siempre habrá títulos en los que no se puede ser mejor pagando sino solo a través de nuestra propia habilidad y destreza. World of Warcraft, por ejemplo, necesita de un mínimo al mes para poder tener acceso a su servidor oficial pero a partir de ahí, solo puedes mejorar tu apariencia y no tu nivel o habilidades que te lleven a superar a los jugadores que no pagan.
Es una de las consecuencias del capitalismo feroz que está arrasando con la industria, desde los DLC que los incluyo dado que aumentan la historia y solo los que “pagan” pueden ser los elegidos para conocer más sobre su título favorito mientras que al resto solo le queda esperar a que rebajen dicho DLC o renunciar directamente a él. Y es una pena, porque hasta no hace tanto, los juegos tenían un precio único: eran sus 50-60 euros correspondientes y daba igual lo que sucediera en un futuro que no iban a tener que renunciar a nada.
Sin embargo, ahora nos vemos en la dicotomía de comprar más y más. El servicio online de las consolas de nueva generación también requiere de un reembolso mensual, trimestral o anual. Cuando, de nuevo, la anterior generación permitía jugar con nuestros amigos así como acceder al modo online de cualquier título sin necesidad de pagar más.
¿Qué quieren recompensar con estos hábitos? Quieren recompensar a una élite que puede asumir el pago y marginalizar a los que no pueden hacerse cargo de pagar un online, un DLC, o una nueva mejora. Quieren dividir la comunidad para beneficio propio sin tener en cuenta, que en la época de las sagas (donde los juegos suelen ser secuelas de sagas de hace décadas) ya no vale el ser seguidor de ésta, sino que debes demostrarlo a golpe de talón.
Lo que se suele decir: votar con la cartera. Si quieres seguir en este mundillo, deberás de pagar siempre. Es una auténtica pena que mientras que proyectos de Kickstarter se hunden y dejan en el limbo juegos únicos que solo pedían uno o dos dólares al mes, haya otros tantos micropagos de títulos que están más que financiados. Los billetes seguirán volando. Solo depende del jugador, donde dejarlos posar.