Ya queda nada para que PlayStation VR llegue a las tiendas. Lo hace este mismo mes de octubre con gran expectación entre los jugadores. Es normal, es una nueva tecnología lista para provocar un cambio en el paradigma del jugar. ¿Lo conseguirá? Tengo mis reservas, bastantes reservas, sobre el posible éxito a medio plazo de esta tecnología.
SONY apuesta por la realidad virtual más económica, accesible y comercial en su intento por hacerse con un mercado que arranca.
Se puede decir que la tecnología de SONY es idónea para dar los primeros pasos en la realidad virtual. Es barata en comparación con sus competidores (Oculus Rift y HTC Vive). También es más sencilla, fácil de conectar a la PS4. Sin líos de compatibilidades habituales en el PC. Si ya tienes la consola y quieres darte un homenaje, adelante.
Tiene sus ventajas sobre el resto, pero no deja de ser una tecnología candidata a tener una presencia anecdótica en el jugador mainstream. El mejor ejemplo, Batman Arkham VR, la iniciativa con la que Rocksteady apoya la realidad virtual es una demo muy cara, una forma de estar a la última ante tus colegas restando (de media) 450 euros de tu bolsillo.
Cuando se planteó el control por movimiento (PS Move, Kinect, Wii), se nos vendió como una forma revolucionaria de jugar. Lo mismo pasó con los televisores 3D (ni siquiera Nintendo 3DS logró imponer este formato). ¿Cambiará este modelo de modas con la realidad virtual? Con esta primera remesa, permitidme que lo dude.