DICE ha trabajado mucho para ofrecer unos entornos con un mayor nivel de detalle del que el motor era capaz de ofrecer en BC2. Los escenarios parecen más llenos (habitaciones amuebladas ¡por fin!) y consiguen meterte en la imagen que todos tenemos de un poblado en el desierto siendo atacado por los soldados. Objetos volando por los aires, balas destrozando paredes y todas esas cosas que, al contrario que en el mundo real, nos hacen tan felices.
Para este juego han decidido centrarse más en la infantería, dejando un poco de lado los vehículos y balanceando las armas y habilidades, consiguiendo así una experiencia más cercana al frenetismo cara a cara de un Call of Duty.
El multijugador dispondrá, en principio, de 8 mapas y cuatro modos de juego. El modo más interesante, a mi modo de ver, es el “Combat Missión”. En este modo habra que ir avanzando por el mapeado cumpliendo objetivos (muy al modo “Rush” de “Bad Company 2”), pero estos objetivos han ganado en complejidad y profundidad, siendo muy importante la colaboración entre los miembros del equipo. Por ejemplo, en una de las misiones teníamos que llegar a un helicóptero accidentado y asegurar la zona para la evacuación. Organizarse bien para cubrir todos los flancos es fundamental para lograr el objetivo (aunque si esto, en una sala de presentaciones llena de colaboradores, era misión imposible, imagínate en tu casa jugando con un americano y un holandés).
El resto de los modos son más convencionales, estilo combate por equipos y demás. Para intentar acercarse al estilo más rápido de acción de un “Call of Duty”, DICE ha optado por escenarios más pequeños, que se puedan recorrer rápidamente a pie, y un respawn prácticamente instantáneo.
Patrick Liu, de DICE